El hombre con un imperio del lujo que se codea con el Dalai Lama
¡Atreverse! Ese es el credo de este hombre hecho a sí mismo que forjó su exitosa historia con la creación de Diesel, que hoy dirige uno de los mayores imperios mundiales del lujo y que igual se ocupa de sus vides que se codea con el Dalai Lama.
Nueva York. Año 2000. Rosso entrevista a un candidato al puesto de director de márketing de Diesel USA. Tras unas primeras preguntas anodinas, le pregunta si estaría dispuesto a hacerse un tatuaje si se lo pidiera su jefe. El joven se lo piensa y murmura dubitativo un «sí». Fin de la entrevista. No está contratado. «No me gusta la gente que profesa lealtad: nadie debería ir contra sus convicciones solo para satisfacer a su jefe».
Franco, directo, desconcertante, a Renzo Rosso le gusta la gente que le planta cara.
Este hombre de negocios italiano ha forjado su imperio a base de instinto, mucha cara y su talento para el márketing. El fundador de la marca Diesel dirige hoy en día un imperio en el sector del lujo que engloba Maison Margiela, Marni, Viktor & Rolf, Staff International o Brave Kid, con 7.500 empleados y un volumen de negocio de 1.590 millones de euros. Mantiene sus raíces con el mundo rural gracias a su magnífica granja ecológica en las colinas de Venecia, la Diesel Farm, donde produce vino y aceite de oliva. Y no lejos de allí ha levantado la nueva sede del grupo.