El oro no refleja el miedo a las turbulencias

Junto con los bonos soberanos de mayor calidad y de menor riesgo, el oro es un refugio para el dinero[…]

Junto con los bonos soberanos de mayor calidad y de menor riesgo, el oro es un refugio para el dinero que se protege de las tormentas y turbulencias en los mercados financieros. El oro es un dinero cuyo valor se mide por su peso y que no puede ser eliminado, por eso es una fuente de recepción de flujos cuando las cosas se ponen feas o cuando el miedo irracional se instala en los mercados. 

El día posterior al referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las cotizaciones de los bonos alemanes y del oro se dispararon al unísono, en un claro reflejo de la incertidumbre exagerada que se manifestó en los mercados de renta variable. 

Sin embargo, la crisis política en Italia, con gran transcendencia económica por el perfil anti-euro, anti-bancario y anti-europeo del equipo ganador tras las elecciones, disparó el precio de los bonos alemanes, pero apenas tuvo reflejo en la cotización del metal amarillo, cuyo repunte parece obedecer más a razones técnicas que fundamentales.

El dólar y su apreciación en los mercados de divisas, en especial frente al euro que a su vez ha perdido valor contra el conjunto de monedas más relevantes, puede justificar que el oro no haya tenido una subida pareja a la de los bonos de calidad durante los primeros días de esta semana, pero lo cierto es que el metal no refleja la aparición de un exceso de miedo en los mercados; tal vez porque el peligro de esta crisis en Italia se mantenga encapsulada en un marco regional y no global. Veremos qué sucede y cómo evoluciona esta semilla.

En el primer soporte

La referencia de los 1.280 dólares que citamos en el artículo de hace tres semanas ha cumplido con su función de soporte. La coincidencia de la proyección con la base del canal lateral bajista que dibuja la evolución de los precios del oro en los últimos meses, ha tenido la fortaleza suficiente como para sujetar los precios y mantenerlos en la zona psicológica de los 1.300 dólares por onza.

Es necesario insistir en que la base fundamental es favorable para la continuidad de la tendencia alcista que inició el contravalor del oro frente al dólar hace más de dos años. Sin embargo, el peligro de nuevos descensos no ha desaparecido.

La segunda referencia de soporte a tener en cuenta para las próximas semanas está en los 1.260 dólares, que no deberían perderse para mantener el sesgo alcista aún presente en este año. La superación de los 1.320 dólares comenzaría a ser un aliciente para la continuidad alcista y dejaría servidas las mejores condiciones para un ataque, con posibilidades de éxito, a la resistencia del canal lateral en el entorno de los 1.340 dólares por onza.

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En ambas situaciones, las compras especulativas realizadas por debajo de los 1.300 dólares pueden y deben mantener la calma. Las efectuadas para cambiar parte del dinero fiduciario por dinero sólido en oro siempre pueden estar tranquilos, porque llegado el momento el oro cumplirá su función, sin lugar a dudas.

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