El pesimismo del BCE vuelve a hundir al euríbor
El índice rebajará la tasa mensual hasta el -0,130%, mientras que en tasa diaria se mueve en torno al -0,148%
En la última reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), los miembros del organismo, con Mario Draghi a la cabeza, constataron que la ralentización económica observada en la zona euro estaba volviéndose peor de lo esperado, a la vista de los últimos datos recopilados. "La extensión de la ralentización del crecimiento ya se había anticipado, en parte, en las previsiones macroeconómicas del BCE de marzo, pero se admitió que algunos datos recientes se habían vuelto más débiles de lo esperado", se desprende de las actas del cónclave celebrado en abril.
En su reunión de marzo, la institución presidida por Mario Draghi revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la eurozona en 2019 hasta el 1,1%, desde el 1,7% anticipado en diciembre. De su lado, la previsión para 2020 se situó en el 1,6%, una décima menos que tres meses antes. De acuerdo al documento publicado este miércoles por el instituto emisor, los banqueros centrales de la eurozona se mostraron de acuerdo en que los riesgos en torno al pronóstico de crecimiento seguían alineados "a la baja" por la "persistencia de incertidumbres" como la guerra comercial, el Brexit o las "vulnerabilidades" en mercados emergentes.
Además, los miembros del Consejo de Gobierno del BCE también alertaron de que la inflación registrada en el mes de marzo había sido "sorprendemente negativa" y que su nivel se situaba "incómodamente" por debajo del objetivo marcado por el BCE, de estar cerca pero ligeramente por debajo del 2%. En el tercer mes del año, los precios de la eurozona crecieron un 1,4% con respecto al mismo mes de 2018, una décima menos que en febrero, mientras que la tasa de inflación subyacente se situó en el 0,8%, dos décimas menos que el mes anterior.
Y esta debilidad económica está pasando factura a las entidades financieras que ven que estos datos alejan la posibilidad de que el BCE tome medidas que alivien en parte los estrechos márgenes de negocio como consecuencia de una política de tipos al cero por ciento desde 2012. De hecho, parecía que el BCE podría aliviar la facilidad de depósito, que está ahora situada en el -0,40%. De hecho en su reunión de marzo lanzó algún que otro guiño a las entidades, aunque en la reunión de abril se enfriaron estas expectativas.
También ha enfriado esta posibilidad la cotización del euríbor. El índice siguió la estela iniciada en abril con tímidas bajadas en torno al nivel del -0,112%. Sin embargo, y a medida de que se acepta que los tipos seguirán tal y como están ahora hasta bien entrado 2020 y que el BCE puede tomar medidas para impulsar el crecimiento y la inflación, el índice no ha hecho más que desinflarse. En apenas seis días ha pasado de cotizar en el -0,125% hasta el -0,148% y ha rebajado la tasa mensual hasta el -0,127% y es más que probable que termine en el -0,130%.
La siguiente cita tendrá lugar el 6 de junio, cuando el BCE celebrará su reunión del Consejo de Gobierno. Ahí se espera que haga un nuevo balance de la situación, pero, de momento, no ha habido muchos cambios. Las tensiones entre Estados Unidos y China son otro punto que también está tensionando al índice.
En este entorno, los hipotecados a tipo variable serán los grandes beneficiados ya que aunque los que revisen en mayo sus créditos verán como subirá la cuota, aunque de manera leve, ven como el euríbor que estaba en una senda alcista la ha abandonado definitivamente y presumiblemente seguirá anotándose leves caídas hasta final de año.
Mientras tanto las entidades financieras están apostando por las hipotecas a tipo fijo, más caras que las variables, pero que ofrecen al cliente la seguridad de lo que pagarán mes a mes indendientemente del momento del ciclo en el que se encuentre el precio oficial del dinero.