El peso de la economía china en el PIB global subirá hasta 2034, luego bajará
El peso relativo de la economía china aumentará hasta 2034 si se mantienen las políticas actuales, y luego su cuota[…]
El peso relativo de la economía china aumentará hasta 2034 si se mantienen las políticas actuales, y luego su cuota en el producto interior bruto (PIB) mundial empezará a disminuir, mientras que el de India seguirá progresando al menos hasta 2060, según la OCDE.
China suponía en 2005 el 12,5 % del PIB de la OCDE y el G20 juntos, pero ese porcentaje ha subido al 23,9 % en 2018 y seguirá haciéndolo hasta un máximo del 27,1 % en 2034.
En un estudio de prospectiva de largo plazo publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que el porcentaje empezará a caer ligeramente a partir de entonces y en 2060 será del 26 %.
En el caso de India, ha pasado de representar en 2005 un 5,58 % al 9,25 % en 2018 de ese bloque de 48 países miembros de la OCDE y del G20, que ahora significan en torno al 82 % de la economía mundial. Esa tendencia de India continuará como mínimo en los próximos cuatro decenios, y así en 2060 llegará al 21,2 %.
La OCDE que reúne al mundo desarrollado, por su parte, después de haber visto reducida su cuota del 72 % en 2000 al 53,9 % en 2018, caerá al 47 % en 2030 y al 42,6 % en 2060.
Los autores del estudio estiman que -siempre con la hipótesis improbable de que no hubiera cambios en la política actual- el ritmo de crecimiento de la economía global pasaría del 3,5 % anual actualmente al 2 % en 2060, debido sobre todo a la ralentización esperada en el mundo en desarrollo.
La OCDE elabora estas perspectivas no tanto para decir con precisión lo que va a ocurrir en un futuro tan lejano sino para establecer escenarios de referencia a partir de los cuales mostrar cuál sería el efecto en el largo plazo de las reformas estructurales que propugna.
Si los países miembros de la OCDE alinearan su reglamentación de los mercados a la de los cinco países que tienen la más favorable para la competencia, el nivel de vida subiría más de un 8 % a escala mundial y al menos un 15 al 20 % en aquellos que están más lejos de ese ideal, entre los cuales los autores del informe señalan a Bélgica, Francia, España e Italia.
Si se hiciera lo mismo con las políticas laborales, la tasa de empleo global en el horizonte de 2040 aumentaría en un 6,5 %, gracias sobre todo a un incremento de los jóvenes y las mujeres, lo que contribuiría a la inclusión de estos colectivos.
Como complemento, vincular la edad de la jubilación a la evolución de la esperanza de vida, como ya se hace en algunos países, elevaría la tasa de empleo de los grupos de mayor edad en la OCDE en más de cinco puntos porcentuales para 2060.