Empresas de EEUU en China: los aranceles son una táctica útil
La Cámara de Comercio de Estados Unidos en China (Amcham, por su acrónimo en inglés) destacó hoy que amenazar con[…]
La Cámara de Comercio de Estados Unidos en China (Amcham, por su acrónimo en inglés) destacó hoy que amenazar con la imposición de aranceles es "una táctica de negociación útil y poderosa" y que gracias a ella "China se ha sentado en la mesa de negociación de la forma más seria en que lo había hecho nunca".
"Los aranceles son un instrumento directo que a veces provoca daños colaterales, pero han generado una intensa discusión con China que nunca antes había tenido lugar. Si no hay presión, no habrá negociación seria, así que en ese sentido es positivo", afirmó William Zarit, director de la Cámara, en rueda de prensa en Pekín.
Este organismo -representante del tejido empresarial estadounidense en este país asiático- presentó hoy las conclusiones de su Libro Blanco anual, un estudio que espera "sirva como herramienta para las negociaciones entre EEUU y China en materia comercial".
En este documento, la Amcham "urge" al Gobierno de Pekín a que realice una verdadera apertura de su economía, haga el ambiente empresarial más transparente y predecible, sea más justo, claro y consistente en la regulación, y promueva la reciprocidad en la inversión y la igualdad de condiciones para las empresas.
Las prioridades, señalaron, son "la construcción de la confianza a través de la claridad y la consistencia, la promoción del desarrollo mediante la inversión abierta, y el estímulo de la innovación por medio de la cooperación global".
La presentación del estudio se produjo un día después de que la Casa Blanca anunciara que impondrá un arancel del 25 %, por valor de 50.000 millones de dólares, a las importaciones chinas que contengan tecnología industrial que viole, en su opinión, la normativa de propiedad intelectual.
Lester Ross, director del Comité de Políticas de la Amcham, explicó que el anuncio es una táctica de negociación de EEUU ante la próxima visita a Pekín de la delegación encabezada por el secretario de Comercio, Wilbur Ross, para continuar con las negociaciones, en las que hablarán, entre otros asuntos, de la compra de productos agropecuarios por parte de China, apuntó.
Destacó además que la medida podía ser en parte esperada por el Gobierno chino, ya que afecta a productos que violan los derechos de propiedad intelectual -una queja constante de los norteamericanos- y resaltó que se aplicó por el valor mínimo, de 50.000 millones.
Tanto Ross como Zarit analizaron la importancia que tiene la iniciativa "Made in China 2025", con la que el gigante asiático quiere reorientar su industria hacia la alta tecnología, en la batalla comercial entre las dos primeras potencias económicas del mundo.
En este sentido, subrayaron que el verdadero objetivo de Pekín es subsidiar a empresas estatales tecnológicas a través de financiación y proteger su mercado doméstico para que luego sus firmas compitan internacionalmente, una estrategia considerada "injusta" por Washington.
"Esa es la razón por la que el Gobierno estadounidense no cree que 'Made in China 2025' vaya acorde al interés de la justicia y la innovación, porque la innovación no ocurre en ambientes protegidos", lamentó Zarit.
En cuanto a la petición de EEUU de recortar el déficit comercial de la balanza de pagos con China, la Amcham afirmó que para sus miembros éste no es un gran problema, pero que en él radica la desigualdad de condiciones para las empresas de ambos países, algo que sí les preocupa especialmente.