Jackson Hole. La Fed, a tirar la casa por la ventana
El presidente de la Fed, Jerome Powell, debería mandar un mensaje claro a los mercados en el simposio de Jackson Hole. Los inversores esperan concesiones en el objetivo de inflación
Las bolsas mundiales vuelven a tener este jueves una cita con los banqueros centrales en el simposio de Jackson Hole (Estados Unidos). Debido al coronavirus, la reunión será virtual, pero también por la pandemia, promete emociones y alto voltaje.
Desde que estalló la crisis, la Fed no ha escurrido el bulto y ha puesto toda la carne en el asador para minimizar el impacto. Ahora está por ver si el banco central estadounidense se decide a tirar la casa por la ventana.
En teoría, debería ser en septiembre cuando la entidad ofrezca las primeras pistas sobre su política monetaria. Oficiosamente, se espera que el presidente, Jerome Powell, comience a destapar este jueves el tarro de las esencias.
La economía se resiente
Las políticas ultra acomodaticias de la Fed no solo han mantenido a flote el barco del mercado. Es que el S&P500 y el Nasdaq están en máximos. Pero la economía real es otra historia.
Las últimas actas de la Fed mostraron que las dudas sobre la recuperación entre los banqueros son más serias de lo que parecen.
Y los últimos datos macro así lo confirman. Por ejemplo, la confianza de los consumidores de este martes, que cayó a niveles incluso más bajos que en marzo. Por eso, las pistas que se esperan son contundentes y manejan el lustro como unidad temporal.
Tipos bajos
“No me sorprendería que los tipos de interés sigan siendo cero dentro de cinco años", dice Jason Furman, ex economista jefe de la Casa Blanca y ahora profesor de la Universidad de Harvard.
Obviamente, el problema que subyace bajo estas previsiones es la gigantesca bola de deuda que arrastra la economía estadounidense. Implicará más déficit y más apoyo monetario.
A nadie se le escapa que cada vez que la Fed habló de subir los tipos en los últimos años, a Wall Street le entró el pánico.
Con todas las incertidumbres que existen, la Fed “va a seguir mandando el mensaje de tipos bajos durante bastante tiempo y compras de bonos adicionales si es necesario”, dice Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4 Banco.
La inflación, en el punto de mira
Hasta aquí todo podría ser lo esperado, con más o menos matices. Pero es en el control de la inflación donde la Fed si que podría tirar la casa por la ventana de verdad.
El punto en el que más se están centrando los inversores tiene que ver con las posibles novedades que anuncie Powell respecto al objetivo de inflación. El objetivo sigue siendo el 2%. Pero ahora lo que se está comentando es que la Fed sea más flexible.
Esto implica que “es probable que lancen al mercado el mensaje de que aunque la inflación supere temporalmente el 2%, no supondría necesariamente que haya que subir los tipos de interés”, dice Aguirre.
Debate candente
Tiene sentido esta concesión justo ahora que el debate sobre el regreso de la inflación a los mercados se está calentando más que nunca. Para las bolsas es un alivio saber que la Reserva Federal “haría la vista gorda” llegado el caso y no subiría el precio del dinero.
Claro que la Fed fijó oficialmente el objetivo del 2% en 2012. Y lo hizo sin medias tintas, dejando claro que esa es la tasa a la hay que apuntar independientemente de las circunstancias pasadas.
El problema es que desde entonces, la inflación se ha movido siempre y de manera constante por debajo de este objetivo. Así que la Fed, por ahora, no se ha enfrentado a un escenario inflacionista de verdad.
¿Son muchos cinco años más de tipos a cero?
Por eso, está por ver qué hace la Fed si la inflación repunta en serio. Si se atreverá a no subir los tipos. Y sobre esto debería dar pistas Jerome Powell.
En lo que sí coinciden los expertos es que no elevará el precio del dinero si las condiciones no mejoran claramente. En la última crisis, la Fed mantuvo los tipos a cero durante siete años, antes de subirlos en diciembre de 2015. Y puede volver a ocurrir.
Desde la última subida de tipos (diciembre de 2018) casi han pasado dos años. Las cuentas saldrían considerando los cinco años que aún quedarían por delante, según los analistas.
“Es perfectamente posible que pasen siete años" antes de que se aumenten las tasas, dado lo difícil que ha sido para la Fed generar inflación, dice Roberto Perli, ex funcionario del banco central y socio de Cornerstone Macro.
Otra cosa es que la inflación se dispare. Por ahora, los futuros del euro/dólar no descuentan un incremento del precio del dinero hasta finales de 2023. Y solo de un cuarto de punto.