Johnson sigue adelante con la ley que vulnera el acuerdo del Brexit
El primer ministro británico presenta ante el Parlamento su proyecto de ley de Mercado Interno
El primer ministro británico, Boris Johnson, presentó este miércoles el proyecto de ley de Mercado Interno, en el que se incluye la creación de una oficina que supervisará el comercio dentro de las fronteras de Reino Unido que vulneraría varios aspectos de los acuerdos del Brexit.
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El texto de Johnson persigue sentar las bases de la política de comercio interior si finalmente el próximo 31 de diciembre se produjese la salida de Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo.
Claves de la ley. Según el comunicado emitido por el Gobierno este miércoles, el documento está pensado para que Irlanda del Norte siga teniendo acceso "sin restricciones" a todo el mercado interior del Reino Unido.
- Irlanda del Norte, según el acuerdo actual con Bruselas, estará sujeto al mercado único comunitario. La ley de Johnson establece que podrá seguir comerciando con el Reino Unido sin trámites burócraticos
- Gran Bretaña, conformada por Inglaterra, Escocia y Gales, "no estará sujeta a normativa europea" de subsidios a empresas, mientras Irlanda del Norte sí lo haría
- Asimismo, se añaden "medidas razonables y limitadas" del Ejecutivo de Londres sobre empresas y negocios de Irlanda del Norte
- Desde el 1 de enero de 2021 se devolverán más de 70 competencias estatales a las regiones de Gales, Irlanda del Norte y Escocia
- El Gobierno se aseguraría, por el contrario, nuevas competencias "de inversión" que hasta ahora ostentaba la Unión Europea
El principal problema reside en que, a pesar de las garantías del comunicado emitido por el Ejecutivo, surgen dudas en torno a cómo seguiría siendo el comercio entre Irlanda e Irlanda del Norte. Algo que incluso admite la propia Administración Johnson.
Este martes, el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, aseguró que el proyecto de ley "viola de forma específica y limitada" el derecho internacional. El motivo, según Lewis, es que modifica algunos aspectos del protocolo recogido en el brexit para evitar que se levante una suerte de frontera física en la isla de Irlanda.
La pesca, principal atasco de la negociación
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Esta misma semana aterrizó en Reino Unido el negociador comunitario de Bruselas para el brexit, Michel Barnier. No dudó en mostrar su preocupación. La negociación, a su juicio, aún abarca "comercio, transporte, energía, pesca y otros muchos temas".
"Es una negociación difícil", dijo. "Si no conseguimos un acuerdo de libre comercio las reglas son sencillas: Reino Unido volverá a estar bajo las tradicionales y habrá tarifas aduaneras, lo que provocará muchos trastornos", avisó Barnier en una comparecencia realizada este martes.
El escollo del control de aguas. Bruselas sostiene que Johnson pretende recuperar con su ley el control de la totalidad de las aguas territoriales británicas. "Eso implica excluir a los pescadores europeos, no es aceptable", dijo Barnier.
- La industria pesquera tan solo representa un 0,1% del PIB, pero ha sido una de las estrategias de Johnson para difundir sus políticas en favor del Brexit
- Johnson propone negociar cada año una cuota de acceso a las aguas entre países; una modificación de cuotas que rechazaría Irlanda y Bruselas
La presión de la City
La responsable política de la City de Londres, Catherine McGuinness, señaló en un encuentro virtual que es "lamentable" que aún no se haya progresado "más rápido" hacia un entendimiento comercial en el Brexit.
"Creo que si fuerámos a renegar significativamente del acuerdo de salida dañaría gravemente nuestra capacidad para construir una relación fuerte y positiva con la UE, al menos a corto plazo", apuntó.