La Fed saca el arsenal nuclear contra el coronavirus. Compras de bonos ilimitadas
La medida del banco central no consigue llevar la calma al mercado. Wall Street sigue en rojo
La Reserva Federal anunció hoy una segunda oleada masiva de iniciativas para apoyar la recuperación de la economía estadounidense por la crisis del coronavirus, que terminó en Wall Street con todas las rentabilidades de la era Trump.
Ello incluye la compra de una cantidad ilimitada de bonos para mantener bajos los tipos de los préstamos y la creación de programas para garantizar los flujos de crédito a las corporaciones estatales y los gobiernos locales.
La reacción de las bolsas ante esta noticia no fue muy positiva. En Nueva York, el S&P500 corrige alrededor del 2,5% mientras que el Dow Jones retrocede casi el 3%, por un 1,4% que se deja el Nasdaq. En el parqué español, la presión bajista tampoco cesa en el IBEX 35, que retrocede en torno al 4% y se deja los 6.200 puntos.
La inexistente reacción de Wall Street se debe a que los inversores esperaban más noticias positivas sobre el gran paquete de estímulos fiscales que ayer fue rechazado por el Congreso. La política fiscal "es mucho más importante que la Reserva Federal para estabilizar los activos de riesgo", dijo Dennis DeBusschere, analista de Evercore ISI.
Todo el arsenal
Ante la gravedad de la situación, el banco central estadounidense ha tirado de su arsenal nuclear para mantener en pie a la primera economía del mundo en la crisis del coronavirus. De este modo, la Fed comprará bonos y valores respaldados por hipotecas “en las cantidades necesarias” para respaldar la transmisión efectiva de la política monetaria, dice en un comunicado.
Ello supone un cambio sustancial respecto a lo comunicado hace unas semanas, en las que la Fed rebajó los tipos de interés y cifraba las compras de bonos en 500.000 millones de dólares y las de valores hipotecarios en unos 200.000 millones. En virtud de los nuevos programas, la Reserva Federal redoblará su esfuerzo para ayudar directamente a empresas, hogares, ciudades y estados.
Igualmente, la Fed anunció nuevos programas de préstamos por 300.000 millones de dólares para apoyar a las compañías más afectadas por el impacto del coronavirus. También ha desvelado un programa de préstamos para negocios minoristas.
El avance implacable del virus ha obligado a poner en cuarentena a un tercio de la población estadounidense, causando más de 35.000 contagios y 471 muertos.
El resto de bancos centrales no levanta el pie del acelerador
Por otro lado, el resto de bancos centrales no levantan el pie del acelerador y ha comenzado la semana como terminaron la anterior, comprando bonos del tesoro a toda velocidad para tratar de calmar a los mercados y rebajar las rentabilidades de la deuda
El Banco de Australia y el Banco de Japón compraron este lunes el equivalente a 10.000 millones de dólares en bonos. Y Nueva Zelanda se embarcó en un programa de expansión cuantitativa que ha tumbado en 50 puntos básicos el rendimiento de sus bonos a diez años.
En Europa, la demanda de los bancos europeos de dólares se desplomó el lunes, después de que la Fed inundara el mercado con su moneda la semana pasada, señal de que el dinero inyectado por el BCE está cumpliendo su cometido.
Si bien los mercados de crédito a nivel mundial están experimentando la peor liquidación desde la crisis financiera mundial, las medidas de los bancos centrales, especialmente en Asia, están frenando el desastre con la deuda soberna.
Los inversores han estado abandonando casi todos los activos a favor del dólar a medida que la pandemia de coronavirus empeora, lo que impulsado fuerte volatilidad en los bonos del Tesoro estadounidense.
Lo que se espera
Pero el papel de los bancos centrales es justo el que se espera en estas circunstancias. "Los bancos centrales solo tienen que seguir proporcionando liquidez ya que nadie sabe el alcance de la escasez de fondos en dólares", dice a Bloomberg Masafumi Yamamoto, estratega jefe de divisas de Mizuho Securities.
Los analistas de Invesco apuntan que hubo signos de disfunción del mercado, lo que incluye una menor liquidez y movimientos contradictorios, debido a que muchos participantes del mercado avanzaron en la misma dirección (por ejemplo, se ha producido un hundimiento coyuntural y atípico tanto de los bonos del Tesoro de EE. UU. como de activos de riesgo como las acciones).
Ello refleja las ansias de los agentes para «disponer de efectivo» pero en Invesco creen que la Reserva Federal estadounidense (la Fed) y otros bancos centrales tienen toda la razón al satisfacer esta demanda extrema de liquidez. De hecho, es un requisito indispensable para que la política monetaria logra mantener la estabilidad del sistema, que es de lo que se trata en estos momentos.
Es más, los analistas de IG consideran que las medidas puestas en marcha por los bancos centrales han evitado hoy otro lunes negro. “Todo el dinero puesto en circulación durante la pasada semana y que fue acogido inicialmente con escepticismo parece que está sirviendo de algún modo para contener las caídas”, que se mantienen en torno a “solo” un 3% en los grandes selectivos, apuntan.