La geopolítica marcará el fin del año
Se acabo el periodo estival para los mercados dejando un agosto con uno de los volúmenes más bajos de los[…]
Se acabo el periodo estival para los mercados dejando un agosto con uno de los volúmenes más bajos de los últimos años para la Bolsa española y quedando tocada algo más que sus homólogas europeas por las crisis de misiles de Corea del Norte y que nos toca volver a sufrir en el inicio de semana.
La tensión pasa factura y seguimos estando en una época de mala estacionalidad para la renta variable. Aunque la fama se la suele llevar octubre, es septiembre el mes que suele tener los peores registros anuales de media. En octubre tenemos caídas significativas, pero hacia mediados de mes, y suelen tener recuperaciones hasta finales.
Agosto ha cerrado con más pena que gloria en este ejercicio marcado por la debilidad del dólar, que también pesa en la evolución de las plazas europeas, con atisbos de preocupación por parte de BCE que veremos si se reflejan y de qué manera con la comparecencia de esta semana de Draghi en la reunión del mes y su cita discurso tras la misma. Y el otro foco de tensión en Corea del Norte que no esconde tampoco otras situaciones de tensión subyacente que se están sucediendo entre China y EE.UU. Así, en tanto que las bolsas americanas siguen en zonas cercanas de máximos anuales e históricos, la fase de consolidación prosigue en las plazas europeas atacando ya algún nivel de soporte más importante en algunas de ellas.
El riesgo sigue estando activado ya que tras el paso del huracán Harvey las cifras de la economía americana pueden ser más débiles y por tanto frenar más a la FED a la hora de la siguiente subida de tipos y por tanto ello irá en detrimento del dólar y añadirá más presión al euro. La zona de equilibro en las divisas está lejos de encontrarse. Además, las tensiones geopolíticas son el segundo foco de mayor incertidumbre para las bolsas, cuanto menos las europeas.
El dólar dejaba en agosto su visita por encima de los 1,2000 aunque acababa cerrando por encima de los 1,1800 y hemos iniciado la semana por encima de los 1,1900. La ruptura al alza de esta zona de resistencia fuerte que se había mantenido en los dos últimos ejercicios definiendo el techo del rango lateral. Estaría confirmando la salida del mismo y la entrada en un escenario de mayores avances para el euro desde una pura visión técnica. Se confirmaría esta situación y dejaría un objetivo teórico a medio plazo sobre los 1,3000 la consolidación definitiva de esta ruptura por encima de los 1,2000.
Si falla en ello y se pierde el primer soporte de los 1,1600 de forma consistente y con intención volvemos a quedarnos con el escenario lateral delos últimos ejercicios. Se mantendría el sesgo positivo dentro del mismo y las opciones de escape al alza en tanto no se perdiera la zona de los 1,1400-1,1200. Por debajo de este último nivel el sesgo es negativo y con la pérdida posterior de los 1,1000 podría buscar de nuevo la banda baja del lateral en la zona de los 1,0500. Con varios niveles de soporte previos intermedios antes de ese objetivo.
Pero por ahora estas opciones presentan las más bajas probabilidades de ocurrencia y el escenario de corrección buscando la paridad que era una de las opciones iniciales del ejercicio está descartado por ahora en la actual coyuntura técnica.
El SP500 se mantiene en el rango de sus máximos históricos por encima de los 2.470 puntos en una semana corta y en la que los futuros que si estaban abierto de forma parcial en el festivo han presentado una escasa reacción a la prueba en Corea del Norte. Técnicamente el rebote con patrón de agotamiento dejado el viernes no ha marcado nuevos máximos, por ahora, y en los mínimos se ha quedado cerca de los niveles anteriores, pero sin perderlos.
Denota debilidad, pero por ahora la estructura positiva se mantiene intacta y el siguiente objetivo se queda en los 2.500 puntos, con los 2.490 puntos como zona de resistencia de máximos intradiarios previa, en tanto que en niveles de cierre la zona de los 2.460 puntos es la que marca la referencia. El sesgo se mantiene positivo, así como el fondo, pero con opciones de poder lateralizarse si no logra el éxito en el ataque a los 2.500 puntos.
Las zonas de soporte se refuerzan por en coma de los 2.400 puntos con un nivel previo ahora a poner a prueba de los 2.450 puntos. De ceder estos niveles de los 2.400 puntos puede presentar un patrón de techo, a priori secundario, y como su confirmación con la pérdida de este nivel, que era la referencia de los altos anteriores de marzo y que tardó tres meses en superar, nos dejaría la opción de buscar la zona de base del lateral y como objetivo el nivel de los 2.330 puntos.
Por encima de esta cota el sesgo se mantendría positivo y sólo estará dilatando en el tiempo el ataque a los 2.500 puntos. Perder los 2.300 puntos no deja en un escenario lateral mayor con el sesgo negativo e incrementando las opciones de un escenario correctivo que en este momento con la estructura actual sigue descartado pero que comenzaría a incrementarse con la cesión delos 2.200 y que se activaría finalmente con cierres por debajo de los 2.000 puntos.
Por ahora nos mantenemos con el escenario más probable de avances para el asalto de los 2.500 puntos y su extensión hasta la zona de los 2.530 puntos.
El Ibex 35 sigue en el proceso de consolidación, ligeramente más debilitado respecto a sus homólogos europeos al haber confirmado la pérdida de la directriz secundaria de avance que estaba vigente desde los mínimos de 2016 y que no ha conseguido recuperar por ahora con el rebote desde los mínimos del mes de agosto, en los que ha actuado como resistencia.
Desde los máximos anuales en la superación de los 11.190 puntos se ha definido un canal correctivo en la que su base actual se proyecta sobre los 10.100 puntos y que cuenta ahora con la proyección de la media móvil de 200 sesiones como apoyo de esta referencia. Perder esta referencia nos dejaría rota la estructura superior de mínimos y máximos crecientes desde los mínimos de 2016 y se vería confirmada la debilidad con el ataque a la zona de los 10.000 puntos.
Por debajo de esta referencia se incrementan las opciones de atacar la zona clave para mantener el escenario lateral vigente que por debajo de los 10.000 puntos se queda con el sesgo negativo. Si pierde el rango de los 9.550-9.250 puntos que marcó la resistencia de la figura del cambio de escenario nos devuelve a la misma y comenzarían a incrementarse las probabilidades de buscar un escenario correctivo que ahora están en mínimos con cierres semanales consistentes por debajo de los 9.000 puntos.
Este escenario correctivo se valoraría con un ataque a los 8.500 puntos y después a los 8.000 puntos que son la última defensa antes de los mínimos de 2016 sobre los 7.650 puntos.
Si pasa esta situación de estacionalidad negativa sin perder los 9.550 puntos las opciones de que en parte final del ejercicio siga la recuperación y puedan atacarse de nuevo los máximos anuales siguen vigentes. Y que se vieran los 12.000 puntos pasaría porque no se llegarana perder los 10.000 puntos.
Ahora para validar cualquier rebote se han de superar los 10.500 puntos y para convertirlo en un nuevo impulso con el que atacar los máximos anuales se han de superar los 11.000 puntos.