La inflación coge aire en junio y baja una décima
Al descenso de la inflación contribuyen los precios de los carburantes, que suben menos que hace un año
La tasa interanual de la inflación bajó un 0,1 por ciento en junio y se situó en el 2,6 por ciento en comparación con el mismo mes de 2020.
En mayo el indicador adelantando del índice de precios al consumo (IPC) repuntó hasta el 2,7 por ciento, el incremento más intenso desde 2017.
Esta moderación está relacionada con la evolución de los precios de los carburantes y combustibles, que suben menos de lo que lo hacían hace un año.
De confirmarse este dato el próximo 14 de julio, los precios apuntarían a un cambio de tendencia con respecto a la aceleración registrada en los últimos meses, tras permanecer congelados en febrero, subieron un 1,3 por ciento en marzo, un 2,2 por ciento en abril y un 2,7 por ciento en mayo.
La inflación subyacente se mantiene en el 0,2 por ciento
El indicador adelantado de la inflación subyacente -que no incluye los alimentos ni los productos energéticos por ser los más volátiles- se mantuvo en el 0,2 por ciento, igual que en mayo y casi dos puntos y medio por debajo del IPC general.
En términos mensuales, los precios subieron en junio un 0,4 por ciento con respecto a mayo, una décima menos que el mes anterior (0,5 por ciento), pero se anota ya cuatro meses al alza.
El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- se situó en el 2,4 por ciento, igual que el mes anterior.
Pendientes de la inflación de la eurozona
El repunte de la inflación no sólo se da en España. En mayo, la eurozona publicó el dato más alto desde octubre de 2018 al situarse en el 2 por ciento, alcanzando el objetivo de precios del Banco Central Europeo.
A falta de dato de junio, en mayo se pudo ver ya algunos países con unos precios disparados que llegaban hasta el 3 por ciento.