Lagarde lanza la pelota a los gobiernos

La presidenta del BCE descarta más medidas a pesar de la decepción provocada. Los gobiernos deben actuar y el BCE seguirá facilitando crédito

Era la día D y la hora H de Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, a pesar de llevar a cabo dos aciertos, ha dejado un fallo que no será perdonado por los mercados.

El BCE regará con liquidez a través de las subastas LTROS y con compras de activos por voumen de 120.000 millones de euros hasta final de año, pero ha dejado sin cambios la tasa de facilidad de depósitos. Aunque durante la rueda de prensa ha reconocido que no está el BCE en el nivel más bajo de tipos posible. 

Lagarde ha reconocido que desde la última reunión del Consejo de Gobierno a finales de enero, la propagación del coronavirus ha sido un gran shock para las perspectivas de crecimiento de las economías mundiales y de la zona del euro y ha aumentado la volatilidad del mercado.

Y ese shock aunque sea de manera temporal, tendrá un impacto significativo en la actividad económica por lo que justifica las medidas adoptadas hoy por el Consejo

Sin embargo, Lagarde ha vuelto a hacer un llamamiento a los Gobiernos y ha señalado "que deben ser ellos y todas las demás instituciones políticas deben tomar medidas oportunas y específicas para abordar el desafío de salud pública de contener la propagación del coronavirus y mitigar su impacto económico".

Lagarde ha dicho que los mercados tienen que valorar lo que han hecho y ha reconocido que la revisión estratégica está diferida al mismo tiempo que insistía que el crédito seguirá fluyendo. 

El banco pasa el testigo a los Gobiernos

Con esto deja claro su postura, que ya la adelantó esta misma semana. Lagarde sigue siendo el buho que advierte de la llegada del lobo, esta vez en forma de coronavirus, y que se comerá el rebaño si no se ponen en marcha las medidas oportunas.

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"Apoyamos firmemente el compromiso de los gobiernos de la zona del euro y las instituciones europeas con la acción política conjunta y coordinada en respuesta a las repercusiones de la propagación del coronavirus", ha señalado.

Se requiere una respuesta de política fiscal ambiciosa y coordinada para apoyar a las empresas y los trabajadores en riesgo, ha sido tajante Lagarde, por lo que descarta, de momento, más estímulos de los ya anunciados. 

Y ha recordado que la misión del BCE es, con su importante estímulo de la política monetaria ya implementado, respaldar las condiciones de liquidez y financiamiento para los hogares, las empresas y los bancos y ayudarán a preservar la provisión de crédito sin problemas a la economía real.

 

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