El número de bonos 'ángeles caídos' aumenta con la pandemia
El BCE detecta un incremento de bonos corporativos que han perdido el grado de inversión y alerta sobre las tasas de impago de empresas
El Banco Central Europeo (BCE) admite que las condiciones financieras para las empresas y bancos son más severas que antes de la propagación de la pandemia de coronavirus.
Las actas de la reunión celebrada el pasado el 30 de abril señalan que las compras de deuda de emergencia por la pandemia relajaron las condiciones financieras y estimularon la emisión.
El BCE apostilla que empresas con grado de inversión tienen diferenciales que duplican los que tenían antes de la crisis, lo que refleja "las expectativas de que se va a producir un notable aumento de las bajadas de las calificaciones de crédito".
Impacto de los ángeles caídos
El organismo que rige la política monetaria europea señala que los bonos corporativos conocidos como "ángeles caídos", es decir, bonos de empresas que han perdido el grado de inversión registraron un incremento.
"El número de bonos 'ángeles caídos' estaba aumentando, mientras las bajadas de la calificación de los emisores de elevados rendimientos era mucho más notoria.
Las tasas de impago de empresas podrían aumentar notablemente los próximos doce meses", según las actas del BCE.
Compras de deuda por 750.000 millones
La entidad asegura que las compras de deuda del Eurosistema, formado por el BCE y los bancos centrales nacionales, ayudan a "preservar una transmisión suave de la política monetaria en todas las partes de la zona del euro".
El BCE comprará este año deuda pública y privada de la zona del euro por valor de 1,1 billón de euros, aunque se prevé que aumente la cantidad en las próximas reuniones.
En marzo aprobó un programa de compras de 125.000 millones de euros. A esta propuesta, el consejo de gobierno estimó que sería necesario incrementarlo y acordó aumentarlo con 750.000 millones de euros adicionales.
Relajación de las subastas de liquidez
El organismo también apostó por mejorar las condiciones de las inyecciones de liquidez, más conocidas como TLTRO, en cincuenta puntos básicos en la reunión del pasado abril, lo que hace que el precio se sitúe en el -1%.
El objetivo del organismo es favorecer que el crédito fluya de los bancos a las empresas y a las familias.
Asimismo, el BCE llevará a cabo una nueva serie de operaciones de refinanciación de emergencia a largo plazo (PELTRO) de emergencia pandémica no selectiva para respaldar las condiciones de liquidez en el sistema financiero de la zona del euro, también con condiciones mucho más ventajosas que el interbancario.
Aumento de las primas de riesgo
En las actas del BCE, el consejo de gobierno del organismo reconoce que se observa un aumento de los diferenciales de la deuda soberana a diez años en la mayor parte de los países de la zona del euro respecto a la deuda alemana, que es la que sirve de referencia, independientemente de su calificación de crédito.
En algunas jurisdicciones, los diferenciales de los bonos soberanos habían vuelto a subir a niveles observados antes del anuncio de las compras de deuda de emergencia por la pandemia debido a las expectativas de que van a aumentar las emisiones y por la incertidumbre económica.
El BCE también veía "señales de que las primas de liquidez habían exacerbado posiblemente la presión al alza sobre las primas a plazo por el aumento de las necesidades de emisión" de deuda de los gobiernos para financiar las medidas de apoyo a las empresas y las prestaciones sociales.
Esta situación preocupa al BCE. La presidenta del organismo ya cometió el error de señalar que el BCE no estaba para cerrar los spreads, los diferenciales, lo que provocó un aumento de los mismos. Esto obligó a Christine Lagarde a anunciar, durante su intervención en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) que el BCE estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para evitarlo.
Crisis de deuda
En la mente de los integrantes se encuentra la crisis de deuda de 2012, que estuvo a punto de romper el euro y que hizo que las primas de riesgo de los países periféricos se dispararan. La de España llegó a rebasar los 650 puntos básicos.
Fue en ese verano, cuando el entonces presidente del BCE, Mario Draghi, pronunció su famosa frase “haré todo lo que sea necesario y créanme será suficiente”.
En septiembre el BCE aprobó su programa de compras que estuvo vigente hasta el año pasado y consiguió rebajar los diferenciales hasta los minimos históricos en los que se mueve ahora, en torno a los 115 puntos básicos.
También contribuye a esta relajación el acuerdo francoalemán que establece la creación de un fondo de 500.000 millones de euros para la reconstrucción de la pandemia.