¿Le han buscado las cosquillas a los bancos españoles?
No están nada contentos los responsables de bancos y cajas españoles porque saben que una mala imagen del sector afecta[…]
No están nada contentos los responsables de bancos y cajas españoles porque saben que una mala imagen del sector afecta a todas y cada una de las entidades. Y están dolidos todavía porque consideran que el gobernador del Banco de España debió defender con más energía las provisiones genéricas, modelo de reserva ante la crisis hasta hace muy poco. Es verdad que, sin embargo, reconocen el esfuerzo de Miguel Ángel Fernández Ordóñez de explicar a la opinión pública a través de los medios de comunicación los resultados de las pruebas de estrés. El gobernador ha insistido en que no hay suspensos entre los bancos y cajas españolas porque todos tienen recursos suficientes para hacer frente a los peores escenarios.
Pero, los más molestos son tal vez, los analistas financieros. Buena parte de ellos considera que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) buscó, de entrada, una mayor credibilidad con un mayor número de entidades que no superaran las pruebas, fijándose especialmente en los bancos y cajas españolas. Nadie entiende porque no se haya computado como capital la provisión genérica. El gobernador del Banco de España parece entenderlo, aunque no lo comparte y lo justifica diciendo que la EBA no ha tenido suficiente tiempo para recabar información sobre estas provisiones. ¿Por qué no esperar un par de meses más?
Los analistas se muestran comprensivos ante el hecho de que se penalicen más los riesgos de los activos inmobiliarios que los de la deuda soberana. Se asume también que se prevea para España un escenario macroeconómico más adverso que el de otros países, porque la situación de nuestra economía es más grave. Pero hay una queja generalizada sobre el hecho de que en un escenario base, no adverso, se obligue a los bancos y cajas españolas a hacer unas provisiones de pérdidas, por exposición inmobiliaria, muy superiores a los de otros países y a los que sería comprensible esperar. Y ese es el aspecto que marcha la diferencia, que deteriora la mejor situación de los bancos españoles antes los europeos. En la opinión de muchos, le han buscado las cosquillas a los bancos españoles y se las han encontrado.