Los bancos centrales no mueven ficha. ¿Qué puede hacer el inversor?
Los bancos centrales se muestran cautelosos. A falta de políticas expansivas fiscales, el inversor todavía puede encontrar oportunidades
Ningún inversor o economista niega el papel que han tenido los bancos centrales para apoyar el crecimiento económico. Sin embargo, esta política expansiva se ha llevado por delante la rentabilidad de muchos inversores.
El foco se centra ahora en qué harán los bancos centrales a continuación. ¿Ayudarán o perjudicarán a los inversores? La primera pregunta a la que hay que dar respuesta es si moverán ficha y bajarán tipos.
Parece que en el Reino Unido no se bajarán y, en tal caso, el organismo está en posición de subir tipos.
Más complicada tiene la situación el Banco Central Europeo (BCE). Si Draghi hubiera continuado al frente del organismo las posibilidades de reducir en 10 puntos básicos los tipos de interés hubiera sido posiible especialmente para equilibrar las medidas de escalonamiento (tiering) introducidas en octubre, pero con Christine Lagarde es mucho menos probable.
Tampoco pasará en EE.UU. en un futuro próximo, ya que la Reserva Federal parece estar firmemente en modo hibernación, aunque hay una posibilidad razonable de que se mueva más adelante en el año, señala Mark Holman, CEO de TwentyFour AM (Vontobel AM).
Actualmente el mercado descuenta un recorte de la Reserva Federal de 25 puntos básicos en su reunión de septiembre.
El problema es que muchos bancos centrales no pueden bajar las tasas de interés mucho más y han estado utilizando cada vez más las llamadas herramientas de política no convencionales, como la flexibilización cuantitativa y la orientación hacia adelante para lograr sus objetivos.
El principal damnificado ha sido el inversor. La opción que ha surgido con fuerza es optar por alternativos en busca de esa rentabilidad, pero la principal consecuencia es que se están encareciendo.
¿Qué puede hacer el inversor?
Si las tasas de interés permanecen en niveles anormalmente bajos durante más tiempo, la búsqueda de rendimiento continuará, señala Stefan Rondorf, CFA, economista senior.
¿Qué puede hacer ahora el inversor? Con rendimientos bajos y precios altos en muchos segmentos de renta fija, los inversores pueden esperar rendimientos más bajos en los años venideros y pueden necesitar tomar riesgos adicionales para encontrar rendimientos suficientes.
Y dentro de los mercados de renta variable, las tasas de descuento bajas favorecen estructuralmente las acciones de crecimiento de alta duración y los pagadores de dividendos confiables.
Sin embargo, las valoraciones ya son altas en esos segmentos del mercado, por lo que los inversores deberán evaluar cuidadosamente sus oportunidades. Aquí es donde la gestión activa puede marcar la diferencia entre una rentabilidad mayor o menor.
Para que la situación cambie, una política fiscal notablemente más expansiva debe tomar el relevo a las políticas monetarias, es decir, una combinación de un mayor gasto del gobierno y menores impuestos.
En este escenario, los inversores pueden querer recurrir a activos de renta fija de corta duración y buscar un renacimiento de las acciones de valor en los mercados de valores.
Si los bancos centrales sobreestimulan las economías en la búsqueda de alcanzar los objetivos de inflación, los riesgos de estabilidad financiera aumentarían, explica Stefan Rondorf.