Los costes adicionales de la inestabilidad política en Italia

La dimisión del primer ministro italiano Giuseppe Conte es el último capítulo de la inestabilidad política en la que vive[…]

La dimisión del primer ministro italiano Giuseppe Conte es el último capítulo de la inestabilidad política en la que vive el país transalpino. En su discurso, Conte arremetió contra su viceprimer ministro Matteo Salvini, quien a su vez es el líder de la formación ultraderechista Laliga, acusándole de "irresponsable". Salvini respondió clamando una convocatoria de elecciones, lo que arrojó más incertidumbre en torno al futuro del país.  

La respuesta de los mercados fue clara: el FTSE MIB, principal indicador de la Bolsa de Milán, se desplomó un 1,11% (230,06 puntos) hasta los 20485,43. Esta caída arrastró también al selectivo español. El Ibex 35 se redujo un 1,32% hasta los 8618,30 puntos, principalmente lastrado por el sector bancario, que acumula una fuerte presencia en Italia. 

El diario económico 24 Ore publicó ayer un dato demoledor: esta inestabilidad política le ha costado a las arcas públicas italianas un coste adicional de 5.000 millones de euros. Es el resultado de una investigación encargada por la publicación y realizada por una agencia que prefiere mantenerse en el anonimato. Se trata de la cantidad a la que el Tesoro italiano está haciendo frente a lo largo del último año y en los próximos. En 2019, Italia acumulará una deuda de 2.800 millones y, para 2020, otros 2.300 millones. 

Estos cálculos se han realizado sobre los bonos emitidos durante el Gobierno de Conte, que comenzó el 1 de junio de 2018. La investigación también compara el rendimiento de los bonos italianos con el de los denominados, en los años posteriores a la crisis, PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España por sus siglas en inglés). 

Aunque las tasas de interés de los bonos italianos a diez años también cayó un 0,52% hasta el actual 1,4%, en los países referidos la caída fue más drástica: en los casos de España y Portugal, por ejemplo, disminuyeron un 1,53% y un 1,17% respectivamente. Alemania, incluso, está ofreciendo bonos a 30 años con rendimientos negativos.

Sin embargo, en Italia existe un componente muy concreto que ha afectado negativamente al rendimiento de sus bonos. El discurso político que aboga por el Italexit, es decir, la salida del país del bloque comunitario europeo emulando a Reino Unido, y que tiene en Matteo Salvini su mayor difusor. Un mantra que lleva meses preocupando a los inversores. 

La deuda pública, en niveles de la II Guerra Mundial

Un informe de la agencia Ambrosetti reveló que la deuda pública italiana es "insostenible" hasta 2023 y la situó en niveles cercanos al que se encontraba durante la II Guerra Mundial. La relación entre la deuda y el PIB es del 22%, y está solo un 18% por debajo de los niveles máximos de 1920, tras la I Guerra Mundial. En este sentido, el documento achaca la falta de crecimiento económico a tres factores: la escasa formación del capital humano, el bajo nivel de inversiones y la escasa productividad. 

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Los analistas de la compañía proponen una hoja de ruta, que combinaría el crecimiento económico con una racionalización de las cuentas públicas. Y también señala la necesidad de recuperar activos seguros a nivel europeo con un claro objetivo: la reducción del riesgo. Sin esto, y sin la recuperación de la credibilidad de los inversores internacionales, Italia, acostumbrada al abismo de la incertidumbre política, se asomaría también al de la incertidumbre económica.

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