El paro delata que el divorcio entre mercados y economía nunca fue tan grande
La duda es qué pasará cuando terminen en enero los ERTE. La caída, sin los expedientes, podría haber sido histórica en 2020
El dato de paro de diciembre da un baño de realidad a la situación de la economía española y revela que el divorcio con los inversores nunca fue tan grande.
En diciembre, un mes que suele ser positivo para el empleo gracias a la campaña de Navidad y al turismo, el paro registrado aumentó en 36.825 personas. Se trata del mayor incremento en este mes desde diciembre de 2009, cuando España estaba en plena crisis financiera.
Para el conjunto del año, la cifra no es mucho mejor. 2020 cierra con más de 724.000 nuevos desempleados, hasta los 3,8 millones, la mayor cifra desde mayo de 2016 y rompe siete años de bajadas consecutivas (un incremento del 23%).
La afiliación a la Seguridad Social también representa una evolución negativa, ya que descendió en 360.105 personas, lo que supone un descenso del 1,9 %.
“Es una cifra que puede considerarse incluso relativamente baja dadas las excepcionales circunstancias que ha provocado, desde el mes de marzo, la pandemia de Covid-19”, señalan desde Infojobs.
A ello hay que sumar los 755.613 trabajadores que siguen en ERTE.
En cambio, el IBEX 35, se anota suaves descensos más provocados por el aumento de los casos de coronavirus en el mundo que por el dato de desempleo español.
El selectivo español no se inmuta porque la campaña de Navidad sea incapaz de salvar un año para olvidar en el comercio y que la llegada de turistas internacionales haya caído en 61 millones en el año.
¿El mercado está anestesiado? No del todo
Aunque pudiera parecer que el mercado está anestesiado ante estos datos de desempleo, lo está en parte gracias a la labor del Banco Central Europeo (BCE), que en la reunión de diciembre prometió otros 500.000 millones de euros en compras.
Pero esto no quiere decir que no haya cierto riesgo de caídas.
Diego Morín, analista de IG, señala que “el índice español continúa expectante ante el avance del coronavirus en territorio español, donde los planes de vacunación no terminan de acelerarse, algo que podría condicionar a la recuperación económica”.
Entonces, ¿por qué los malos datos macro se quedan al margen de las bolsas?
La explicación hay que encontrarla en el desarrollo de la vacuna.
Lo cierto es que cuando estalló la pandemia las previsiones de recuperación económica, una vez que se hubiera puesto freno a la pandemia, sería en forma de V más o menos pronunciada.
Y han sido estas noticias esperanzadoras están detrás del rebote de las bolsas. Es decir, el desempleo tendría un carácter coyuntural en lugar de estructural como ocurrió en la crisis financiera y en el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Algunos aspectos positivos
Aunque es cierto que 2020 en materia de empleo haya sido un año para olvidar, también deja noticias positivas. Una está en los ERTE.
En abril se alcanzó un máximo de 3,57 millones de trabajadores bajo esta modalidad, lo que supone que 2,86 millones de empleados han vuelto al trabajo.
Por su parte, la afiliación desestacionalizada creció en poco más de 7.000 personas y en diciembre creció en 26.432 personas, que aunque el balance del año sea negativo, ésta lleva creciendo los últimos ochos meses.
Desde Infojobs creen que ante este panorama, la gran pregunta ahora es qué se puede esperar de 2021 y consideran que resulta razonable la recuperación de 200.000 puestos de trabajo que prevén diferentes organismos, siempre y cuando la evolución de la situación sanitaria no obligue a nuevos parones drásticos.
Pero la gran cuestión sobre el empleo en 2021 es qué pasará con los trabajadores afectados por los ERTE.
Esta cobertura excepcional concluye, teóricamente, a finales de enero, aunque por las declaraciones de los responsables políticos parece posible que se prorroguen mientras siga habiendo limitaciones a la actividad económica.
Lo que no hay es un plan de retorno más allá de esa prohibición de que las empresas que se hayan acogido a estos ERTE puedan despedir a los trabajadores afectados.
Los fondos europeos para la recuperación a raíz del Covid-19 —los 140.000 millones de euros que recibirá España del Plan NextGenerationEU— deberían paliar las necesidades de autónomos y pymes.