“Los pacientes mueren con coronavirus, no de coronavirus”
El pánico al coronavirus se expande más rápido que la propia enfermedad. Las autoridades aclaran que, hasta ahora, los fallecidos son personas mayores o que ya tenían otras patologías
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que necesita conocer más detalles sobre cómo afecta a las personas el virus COVID-19. Pero, de momento, las personas mayores y las que tienen dolencias preexistentes –como diabetes y cardiopatías— tienen, según las estadísticas, un mayor riesgo de desarrollar síntomas fatales.
De modo que los expertos sanitarios, por ahora, insisten en que los pacientes “mueren con el coronavirus, no de coronavirus”.
La edad es determinante en las víctimas del coronavirus. La tasa de mortalidad es prácticamente inexistente hasta los 40 años, sólo crece hasta el 0,4% entre los 40 y 49 años y sube a medida que avanza la edad: se dispara al superar los 80 años hasta el 14,8%.
La mayoría de los enfermos de coronavirus que han fallecido es porque tenían otras patologías. Además, y a diferencia de algunos tipos de gripe, no se han detectado mutaciones. Como en otras enfermedades respiratorias, el coronavirus puede causar dolor de garganta, tos y fiebre, todos ellos síntomas leves.
A pesar de la expansión, el mensaje de las autoridades sanitarias es de tranquilidad. La OMS insiste en que tal y como ocurre con otras enfermedades respiratorias, la infección por COVID-19 puede causar síntomas leves como rinorrea, dolor de garganta, tos y fiebre.
En algunas personas puede ser más grave y causar neumonía o dificultades respiratorias. En raras ocasiones, la enfermedad puede ser mortal.
Contagio y prevención del coronavirus COVID-19
La OMS recuerda que el nuevo coronavirus es un virus respiratorio que se propaga principalmente por contacto con una persona infectada a través de las gotículas respiratorias. Se generan cuando una persona tose o estornuda, o a través de saliva o de secreciones nasales.
Para una correcta prevención, “es importante que todas las personas mantengan una buena higiene respiratoria”, asegura la OMS. Por ejemplo, estornudar o toser tapándose la boca y la nariz con el codo flexionado, o utilizar un pañuelo y desecharlo inmediatamente en un cubo de la basura cerrado.
Es también muy importante lavarse las manos con regularidad.