Petróleo. "Guerra total" de precios impulsada por Arabia Saudí
Es la respuesta a la ruptura de los acuerdos entre la OPEP y socios como Rusia
"Guerra total en el petróleo". Así definen los expertos la decisión de Arabia Saudí de recortar los precios oficiales de su crudo, en un intento por impulsar la mayor cantidad posible de barriles en el mercado.
Estos recortes por parte del productor estatal Saudi Aramco son la primera respuesta a la ruptura de la alianza entre la OPEP y socios como Rusia. El reino planea acompañar los recortes de precios con un aumento en el suministro de crudo.
El anuncio de Aramco es la primera decisión importante desde que las conversaciones con los productores en Viena terminaron en fracaso el pasado viernes, cuando Arabia Saudí no pudo persuadir a Rusia para que aceptara recortes prolongados y más profundos en la producción.
La producción saudí superará los 10 millones de barriles por día el próximo mes. Tal aumento equivaldría a más del 3% de la producción saudí en febrero.
"Arabia Saudí ahora realmente está entrando en una guerra de precios", dijo Iman Nasseri, director gerente para Medio Oriente de la consultora petrolera FGE.
Colapso
El colapso de la reunión entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus antiguos socios pone fin efectivamente a la cooperación entre Arabia Saudí y Rusia que ha sostenido los precios del petróleo desde 2016.
La decisión de fijación de precios de Aramco afecta a alrededor de 14 millones de barriles diarios de exportaciones de petróleo, ya que otros productores en la región del Golfo Pérsico siguen su ejemplo al establecer precios para sus propios envíos.
La estrategia saudí, que ha provocado asombro y sorpresa en el mercado, podría ser un intento de imponer el máximo castigo a Rusia y otros productores, en un esfuerzo por traerlos de vuelta a la mesa de negociaciones, y luego revertir comenzar a reducir la producción si se logra un trato.
El crudo Brent, referencia mundial del petróleo, retrocedió un 9,4% el viernes, su mayor caída diaria desde la crisis financiera mundial en 2008, estableciéndose en 45,27 dólares por barril.