Puigdemont se atrinchera en Bruselas y pide garantías para volver a Cataluña
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha indicado en una rueda prensa en Bruselas que no ha abandonado al Gobierno catalán y ha informando de que va a seguir trabajando. No obstante, ha solicitado garantías de que va a recibir un trato justo por parte del Gobierno, lo que, a su juicio, ahora no ocurre, por lo que seguirá en Bruselas durante un tiempo que no ha querido especificar.
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha indicado en una rueda prensa en Bruselas que no ha abandonado al Gobierno catalán y ha asegurado que va a seguir trabajando. También ha afirmado que no va a escapar a la acción de la justicia y ha dicho de que acudirán a las elecciones, aunque ha advertido que no volverá a Cataluña ni a España mientras no tenga "garantías" jurídicas. Igualmente, ha abogado por "ralentizar" la independencia de Cataluña para evitar la violencia.
Al ser preguntado por la posibilidad de exiliarse en Bélgica, Puigdemont ha sido claro. "No estoy aquí para pedir asilo político, estoy aquí en Bruselas como capital de Europa. No se trata de política belga. Estoy aquí para actuar con libertad y seguridad" ha dicho, recordando que no desea escapara a sus responsabilidades con la justicia. Eso sí, ha reiterado que volverá a Cataluña cuando tenga garantías de que va a recibir un trato justo, lo que ahora no se puede "desprender" de lo que estamos viendo, ha añadido.
"Estamos aquí en perfecta legalidad y sin incumplir nada, por tanto no nos hemos tenido que esconder de nada", dijo Puigdemont, quien agregó que no sabe cuánto tiempo pasará en Bélgica, ya que "depende de las circunstancias". En este sentido, el presidente cesado se ha preguntado: "¿En qué condiciones volver a Cataluña? Estamos aquí en busca de garantías que por el momento no se dan en Cataluña, en España", ha dicho, tras defender que si se le permitiera "un juicio justo, independiente, con separación de poderes, como en la mayoría de países europeos", retornaría "de forma inmediata".
Así, el expresidente catalán ha descrito las querellas por rebelión presentadas por la Fiscalía contra él mismo y otras 19 personas como un "deseo de venganza" y ha avisado de que mientras se mantenga esa "amenaza" no se darán las "condiciones" para regresar. Así, ha dejado claro que ve la acción judicial contra él como una "demanda política" que persigue "ideas" y no delitos y que se va a oponer a ella "desde una posición política y no jurídica". "No queremos escapar a nuestra responsabilidad de la Justicia, pero queremos las garantías jurídicas en el marco de la UE", ha dicho también.
También ha abogado por ralentizar el proceso independentista. "No se puede construir la república de todos desde la violencia", ha dicho Puigdemont, añadiendo: "Si esta actitud tiene como precio ralentizar el despliegue de la república, se tiene que considerar que este es un precio razonable". En la misma línea, Puigdemont ha denunciado la "politización de la Justicia" española y ha asegurado que hay "ausencia de imparcialidad".
El expresidente ha querido dejar claro que "nunca abandonaremos el Gobierno y vamos a seguir trabajando", mientras preguntaba al Gobierno de Madrid si respetará el 21 de diciembre los "resultados mayoritarios de las fuerzas independentistas. Así, Puigdemont se ha declarado el "presidente legítimo" de la región de Cataluña y ha alertado del "grave déficit democrático que hay hoy en el Estado español". A este respecto, se ha lamentado: "Me quieren meter en la cárcel por cumplir mi programa electoral". Tras la declaración de Puigdemont, el Ibex, que subía algo más del 1,2%, avanza ahora un 0,89%.