Rajoy y el déficit: mucho teatro y sentido común
Hubo mucho teatro en la última cumbre de jefes de Estado. El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro[…]
Hubo mucho teatro en la última cumbre de jefes de Estado. El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, se presentaron en Bruselas con el objetivo de ablandar las exigencias de la Unión Europea respecto al déficit público con el que España deberá concluir el 2012. Mal momento el elegido teniendo en cuenta que la cumbre debería dar un paso importante en la consagración de los principios de austeridad para todos los miembros de la Unión, exigiendo que tales principios se incluyan -como ya hizo España- en la Constitución. Mal momento también teniendo en cuenta que sigue pendiente la entrega de la segunda ayuda a Gracia, país con el que se ha sido inflexible en el cumplimiento de todas y cada una de las exigencias de la llamada "troika".
Sin embargo, los avatares electorales no permitían muchas más posibilidades a Mariano Rajoy que presentarse en esta cumbre y lograr el visto bueno a su pretensión de fijar un déficit por encima del 4,4 por ciento del PIB. En secreto, como unos días antes había sugerido el comisario Joaquín Almunia que debía hacerse, Rajoy y De Guindos arrancaron a los responsables europeos, especialmente a la canciller alemana, Ángela Merkel, el visto bueno a su pretensión de subir el déficit hasta el 5,8 por ciento. Pero, antes fue necesario escenificar, como no podía ser menos, la resistencia, incluso la negativa de la Unión Europea, a que España incumpliera su compromiso. En cualquier caso, la canciller alemana, a la que le va bien la imagen de dura entre su electorado, ha marcado una cierta distancia. Hubo que aceptar, eso sí, una cierta reprimenda pública, pero al final de la noche al presidente de Gobierno español se le vio especialmente relajado afirmando que "no se ha hablado aquí del déficit español y éste tendrá que ser un déficit razonable y sensato".¡Claro que se habló del déficit! La parte final de la escenificación la protagonizó Mariano Rajoy al anunciar en Bruselas el nuevo objetivo de déficit. Quería con ello evitar cualquier lectura que diera la impresión de un cierto desafío a las directrices de la Unión Europea.
Ahora, el Gobierno señala que el verdadero objetivo es alcanzar un 3 por ciento de déficit en el 2013, una tarea titánica, imposible a la vista de la situación actual, pero... queda mucho tiempo hasta entonces, aunque los ciudadanos deben asumir que es más que posible que la economía española no logre levantar cabeza hasta finales del 2013 o el 2014. En ese camino España puede encontrarse con una multa del 0,2 por ciento del PIB por incumplimiento, pero los responsables de nuestras economías están convencidos de poder utilizar un variado repertorio de argumentos para evitar el castigo económico. Ahora Rajoy ha logrado seducir a Merkel y Sarkozy con sus reformas puestas en marcha y los compromisos adquiridos por el anterior Gobierno ¿Por qué no pensar que se les podrá convencer otra vez dentro de un año para que relajen su presión?