Si yo fuera accionista de un banco...

No lo soy, pero si fuera accionista de un banco me aplicaría las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo. No es verdad que Jean Claude Trichet anunciara de forma tajante el fin de los apoyos del BCE a las entidades financieras, pero planteó un cambio de escenario sobre el que cualquier accionista bancario debería reflexionar.

Si fuera accionista de un banco desde hace mucho tiempo y mantuviera esa vocación a largo plazo relativizaría cuantas conclusiones, a cual más pesimistas, han aparecido en los medios en los últimos días. Pero si hubiera entrado en los tres últimos años, me preocuparía algo menos si se trata de una de las grandes entidades y revisaría mis posiciones al hablar de bancos pequeños o medianos. En cualquier caso, hay tiempo hasta finales de año o principios del 2010 porque los movimientos del BCE no se dejarán notan en bancos y cajas hasta el segundo trimestre del año que viene.

Lo que parece claro es que a partir del mes de mayo del 2010 a los bancos y cajas de ahorros se les va a pedir un esfuerzo para moverse sin "taca-taca" a riesgo de que alguno de ellos se pegue un buen mamporro, que para eso tiene ya dispuesto el Banco de España un plan de actuación urgente cuando haya que intervenir alguna entidad. Y a partir del próximo año todos los accionistas, y no sólo los que tienen valores bancarios, deberán observar con sumo cuidado el comportamiento del sector financiero. Porque la Bolsa, los mercados y la economía en general siguen teniendo una gran dependencia del devenir de bancos y cajas de ahorros. Y está claro que el Banco Central Europeo quiere que la crisis produzca también en el sector financiero un efecto de depuración de forma que sólo permanezcan los más sólidos. Todo ello con calma, sin soltarles de la mano...