Una cita histórica con Trichet en Madrid

Y de repente, un suave susurro envolvió la sala. No era para menos: Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, anunciaba la posibilidad, digamos bastante alta dada la implicación de sus palabras, de que el próximo 7 de noviembre asistamos a una nueva bajada de tipos de interés. La cita ha sido en Madrid, en el Hotel Intercontinental, en pleno Paseo de la Castellana. "Una cita histórica", comentaban muchos de los asistentes al término del encuentro, teniendo el cuenta el alcance de los acontecimientos actuales. Es la primera vez que el presidente del BCE indica de forma tan clara una bajada de tipos.

Trichet, que ha hecho un repaso a la situación actual de la economía de la zona euro (a punto de celebrar su décimo aniversario) y ha ofrecido algunas recetas para salir algo más airosos de esta crisis (ha insistido mucho en la moderación de los costes salariales), ha sentenciado: "Asumiendo que por la nueva información de la que vamos disponiendo desde entonces (se refiere a la reunión del pasado 8 de octubre, en la que rebajó 50 puntos básicos los tipos de interés), y hasta nuestra próxima reunión, es probable que se hayan aligerado los riesgos que amenazan a la estabilidad de los precios en el medio (...), considero posible que el consejo del BCE recorte los tipos de interés una vez más en su próxima reunión del 7 de noviembre". "No es una certeza. Es una posibilidad", ha puntualizado Trichet. Pero, ¿se atreverá a no bajarlos después de esta declaración de intenciones? ¿Y de cuánto será la cuantía de esa rebaja? Esa es otra historia. "Ya les he dicho demasiado", comentaba risueño Trichet. El presidente del BCE confía en que podamos mantener la moderación en los precios y lograr así una inflación en torno al dos por ciento, si el precio de las materias primas y del crudo siguen en la línea actual.

En una reflexión sobre la crisis y sobre las medidas adoptadas, tanto por parte del BCE como de los gobiernos, Trichet ha pedido que dejemos atrás todos los "tabúes", que no haya ningún tipo de cabeza de turco, en referencia clara a las agencias de rating. "Esto es un problema sistémico, y tenemos que responder a él sin chivos expiatorios". También ha pedido más transparencia en los mercados financieros. Y ha "echado un cable" a España: "debe participar de la reflexión, por razones históricas", en alusión a la reunión del G-20 en Washington.