Bitcoin. El miedo al “impuestazo” de Biden acelera la estampida bajista
Biden planea una fuerte subida del impuesto sobre el capital. Las ventas del bitcoin se aceleran para esquivar el gravamen
El bitcoin encajó una caída en torno al 6% y perdió el nivel psicológico de los 50.000 dólares. Como ya informó este jueves finanzas.com, todas las señales apuntaban a que un gran batacazo estaba en camino.
La euforia desatada por la llegada del dinero institucional y el estreno en bolsa de Coinbase llevó a la moneda digital a su punto de inflamación, y bastó solo una chispara que todo saltara por los aires.
En este caso, el detonante fue una información adelantada por ‘The New York Times’ respecto a un incremento del impuesto sobre las plusvalías del capital del 20% hasta el 40%. Sería para rentas superiores a un millón de dólares y beneficiados generados en más de un año.
La noticia provocó la mayor caída de la bolsa estadounidense en cinco semanas pero también se llevó por delante al bitcoin y a otras criptodivisas, como el ether o el litecoin, ambos con recortes superiores al 10%.
Estampida bajista en el bitcoin por miedo a los mayores impuestos
Evidentemente, los inversores que acumulen más plusvalías serán los que más tengan que pagar con esta reforma fiscal. Y pocos han ganado tanto como los que invirtieron en el bitcoin.
Sin ir más lejos, quienes compraron la moneda digital en abril de 2019 acumulan una revalorización del 800%.
“Los activos con mayores ganancias son los más susceptibles de ser vendidos”, dijo Matt Malley, estratega jefe de mercados de la firma Miller Tabak.
Esto no significa que se vayan a vender todos los activos, pero “hay algunas personas que tienen mucho dinero en esto, por lo que un gran incremento en el impuesto sobre el capital” hará que estos fondos afloren, dijo Malley.
Los activos digitales, bajo la lupa de Hacienda
La noticia sobre los impuestos al capital terminó por desatar las ventas, aunque el nerviosismo en el mercado ya estaba disparado.
La prueba son las fuertes caídas que provocó este fin de semana el rumor difundido en las redes sociales de que el Tesoro iba a estrechar el cerco sobre el bitcoin y las operaciones de lavado de dinero.
Al final, la sorpresa era otra medida mucho más contundente, lo que refleja que el pesimismo de los inversores estaba justificado.
De hecho, el IRS, el homólogo de la Agencia Tributaria en los Estados Unidos, lleva un tiempo solicitando a los inversores que especifiquen en sus declaraciones de la renta si “recibieron, vendieron o intercambiaron monedas digitales”.
La amenaza regulatoria es el punto débil de los activos criptográficos
En opinión de Jeffrey Halley, analista de mercados de OANDA, “está claro que el bitcoin es más sensible a las amenazas fiscales sobre las ganancias de capital que la mayoría de los activos".
La amenaza de una regulación más estricta es el gran Talón de Aquiles de los activos criptográficos. De hecho, tras firmar su mejor trimestre, el bitcoin se ha convertido en una cuestión crítica para los bancos centrales.
A finales de marzo, el presidente de la Fe, Jerome Powell, dijo que el bitcoin no está respaldado por nada y aseguró que la moneda digital tiene todas las características de un activo especulativo.
El dólar, en tela de juicio
Antes, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, lanzó uno de los ataques más duros que se recuerdan desde las altas esferas, cuando dijo que el bitcoin es especulativo y sirve para lavar dinero.
A todos les preocupa la apuesta decidida por la moneda de los grandes inversores institucionales. Y lo que es peor, la amenaza para sus propias divisas.
No en vano, los analistas de Citi llegaron a decir que el bitcoin podría llegar a ser la moneda del comercio internacional, lo que cuestionaría abiertamente la hegemonía del dólar.
La peor semana para el bitcoin en más de un año
Con estos temores sobre la mesa, el bitcoin se dirige a firmar su peor semana en más de un año.
Ha perdido la media de 100 sesiones y parece ir directo a probar el soporte de los 45.200 dólares, donde hizo mínimos a finales de febrero.
Además, la tendencia alcista que arrancó a finales de noviembre, coincidiendo con el gran rebote del mercado, ha quedado completamente rota.