Bitcoin. Los minoristas comienzan a perder la fe
Los minoristas ya no mueven el dinero con la misma alegría y miran más hacia la economía real por las vacunas, lo que lastra al bitcoin y a otros activos digitales
Desde los máximos que alcanzó el bitcoin a principios de marzo en los 61.742 dólares, la criptodivisa retrocede casi un 14%, entre señales cada vez más evidentes de que los traders minoristas están perdiendo la fe.
Es cierto que el dinero institucional, con sus fluctuaciones, ha sido el plus que necesitaba el mercado criptográfico pero los pequeños inversores también han jugado un papel importante, especialmente desde la fiebre que se desató con Gamestop y los tuits de Elon Musk.
El problema es que los pequeños traders ya no mueven el dinero con la misma alegría que lo hacían antes. La “app” de Robinhood, su bróker fetiche en los Estados Unidos, ha caído del ‘top’ 100 de descargas entre sospechas de que la economía real ofrece mejores alternativas.
A medida que el ritmo de vacunación se acelera y la vida comienza a parecerse a la vieja normalidad, los observadores de Wall Street tienen más dudas.
En concreto, sospechan que los cheques de 1.400 dólares de la Administración Biden, que en principio se esperaban como algo positivo para el bitcoin, se gastarán en viajes o restaurantes, en lugar de ir a los mercados.
El dinero institucional también flaquea con el bitcoin y otros criptoactivos
Cuando piensa en Gamestop o el bitcoin, Don Calcagni, director de inversiones de Mercer Advisors, se imagina algo parecido a las mareas. Y ahora toca la ola de retroceso. “El interés minorista tiende a alejarse los mercados”, apunta.
El bitcoin ha recogido con caídas esta oleada de sentimientos más negativos, lo mismo que lo ha hecho el ether, el segundo criptoactivo con mayor capitalización, que retrocede el 13%.
Como no podía ser de otra forma, el dinero institucional también se tomó un respiro. Más allá de los embestidas puntuales de Elon Musk, como el último anuncio de permitir pagar un Tesla con bitcoins, hay señales de mayor estrés entre los grandes inversores.
Por ejemplo, en esta semana de vencimiento de derivados, las opciones call o de compra sobre el bitcoin están lejos de máximos. Lo mismo que el fondo ARK Innovation de Cathie Wood, un faro tecnológico para los inversores que ahora brilla con mucha menos intensidad.
Tendencia bajista de libro
La otra gran brújula a la que los minoristas entregan su fe son los gráficos. Pero el análisis técnico no miente. Desde los máximos principios de marzo, el bitcoin ha dejado un reguero de máximos y mínimos decrecientes, una tendencia bajista de libro.
Esta cuesta abajo se está viendo acelerada “por el movimiento hacia el valor en general en todas las clases de activos" y lejos de áreas como la tecnología, dice Vijay Ayyar, estratega de la firma Luno.
Es más, otro sensor técnico con rango casi de ley entre los inversores, la media de 50 sesiones del bitcoin (ahora, en los 51.300 dólares), está a punto de ceder.
Si la moneda digital cotizase por debajo de estos niveles, “asustaría mucho a los inversores”, dice Matt Malley, de la firma Miller Tabak.
Los bancos centrales aceleran las críticas al bitcoin
Por si faltara algo, los bancos centrales se revuelven contra el bitcoin y aprovechan el momento de debilidad para acelerar sus críticas.
Hace unos días, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que el bitcoin no está respaldado por nada y se parece más a un activo especulativo.
La ofensiva la remató Oystein Olsen, el gobernador del Banco de Noruega, tras asegurar que es inconcebible que el bitcoin reemplace al dinero en circulación.
Y este viernes se unió a las críticas Benoit Coeure, director del centro de innovación del Banco Internacional de Pagos, tras asegurar que el bitcoin es un activo fallido como moneda e instrumento de pago debido a su alta volatilidad.
Además, Coeure dejó claro que los bancos centrales no se quedarán de brazos cruzados y confirmó que trabajan en el lanzamiento de las versiones digitales de sus propias monedas.