Dólar-materias primas: cuándo atender a su correlación inversa
Operar teniendo en cuenta un fenómeno que solo se produce el 60 por ciento del tiempo puede salir mal
El precio de las materias primas y el dólar tienen cierta correlación inversa que, en ciertos periodos, ha llegado a ser proporcional-mente perfecta.
Sin embargo, hay que recordar que el análisis financiero no son matemáticas exactas y los datos que manejamos los traders profesionales, si bien son interesantes y ayudan, no son concluyentes.
De este modo, hay que comprender la esencia de las circunstancias que definen una teoría para ver en qué momento nos puede ayudar y en cuál despistar.
El doble efecto
En el caso de la correlación inversa de materias primas con el dólar, se debe principalmente a su propia cotización y es que las materias primas cotizan en su mayoría en dólares.
Esto tiene un doble efecto: el primero es que, cuando sube el dólar, el precio de las materias primas se encarece por el tipo de cambio.
Es decir, que un comprador en euros comprará menos materia prima, lo cual afectará a la demanda.
Umbral de equilibrio
Por contra, cuando se debilita el dólar, los inversores internacionales harán aco-pio de materia prima debido a que, como consecuencia de un dólar barato, el precio real de la misma tiene descuento y eso incrementa la demanda.
De esta manera, el umbral de equilibrio entre el precio de la materia prima y el dólar se equilibra en el momento en que la demanda real de la materia prima se equilibra de manera eficiente con el descuento o sobreprecio provocado por la cotización del dólar.
Sin embargo, si tratamos de contrastar estos datos con un estudio de correlación, nos encontramos que durante el periodo 1990-2015, la correlación inversa entre el dólar y las materias primas sólo existió el 60 por ciento del tiempo.
Incidencia de la oferta y la demanda
En el 40 por ciento restante hubo una correlación positiva. De este porcentaje, un 23 por ciento de las veces se dio un aumento de precios simultáneo de ambos instrumentos, mientras que un 16 por ciento del tiempo hubo una caída de precios paralela de los mismos.
Eso sugiere que, si bien es cierto que existe una incidencia en el equilibrio de la oferta y la demanda, lo que verdaderamente puede afectar a la cotización es la escasez en el suministro de la materia prima o un incremento de la demanda como consecuencia de un inesperado crecimiento de la economía puesto que, si bien es cierto que la cotización del dólar incide en el precio real de las materias primas, es probablemente el factor más irrelevante.
Por eso, tratar de condicionar la operativa por una correlación que se da el 60 por ciento de las veces es poco recomendable en mi opinión profesional. Aunque un movimiento favorable del dólar sí puede reafirmar una tendencia, ayudándonos a mantener una posición ganadora, bien sea alcista o bajista, según el dólar confirme la tendencia de las materias primas.
Artículo redactado por Gisela Turazzini, fundadora y CEO de Blackbird Bank