El dólar rechaza el acuerdo sobre el petróleo

El dólar pierde posiciones contra sus principales pares y divisas emergentes al rechazar el acuerdo sobre el petróleo que le desactiva como activo refugio líder

El dólar rechaza el acuerdo sobre el petróleo y su cotización cae en los cruces contra sus principales pares y divisas emergentes al frenarse como activo refugio líder por la guerra de precios en el crudo.

Los pares más beneficiados por esta situación son el yen japonés y el franco suizo. Gracias a sus últimas subidas contra el dólar se colocan en terreno positivo en el año.

El yen cotiza cómodo por encima de las 105 unidades y el franco sobre las 0,96. Pero son las divisas ligadas al petróleo las que más se han favorecido del acuerdo.

El dólar canadiense también aprovecha el fin de la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí y suma jornadas en verde y roza la recuperación de los 1,4, pero pierde un 7,5% en el curso.

Las emergentes respiran

El peso mexicano encadena 5 sesiones consecutivas en positivo contra la moneda estadounidense, cerrando con subidas superiores al 1%, y cada dólar se paga ahora por más de 23 pesos. Aún así, el peso pierde más de 24% contra el dólar en el año.

El peso mexicano tocó recientemente nuevos mínimos históricos en 0,39 unidades de dólar. Coge algo de aire al sobrepasar los 0,41 billetes verdes, como comúnmente se conoce a la moneda estadounidense.

Más de un 20% también pierde el real brasileño pero con el pacto para reducir la producción de petróleo logra sumar seis jornadas al alza y se aproxima a los 0,20 dólares. Al igual que el peso mexicano, el real tocó mínimos históricos frente a la divisa estadounidense en 0,173 euros.

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La moneda comunitaria, el euro, muestra jornadas mixtas, pierde un 2,5% en el año frente al dólar, pero roza las 1,1 unidades de billete verde. Por su parte, la libra esterlina logra recuperar los 1,25 dólares al ganarle la partida al dólar la semana pasada, pero pierde más que el euro en el año, un 5,6%.

Por otro lado, el euro no nota la inyección de medio billón de euros de la Unión Europea para combatir las consecuencias económicas del coronavirus, mientras que la periferia europea, con España e Italia a la cabeza, siguen insistiendo en los coronabonos.

La división de los países miembros y las actuaciones independientes del Banco Central Europeo (BCE)  y Bruselas no ayuda al euro, como tampoco lo hace las altas cifras de fallecimientos y contagiados en España, Italia o Francia.

El dólar como refugio

Pese a las caídas que ha registrado el dólar, cotiza con comodidad contra la mayoría de sus principales pares, pero no con la misma vigorosidad con la que lo hacía hasta hace 15 días y desde la propagación mundial del coronavirus.

La expansión global de la pandemia hundió a la mayoría de los activos, con las bolsas y las materias primas como las principales protagonistas.

Las caídas en los parqués y en el precio de productos como el petróleo provocaron que el capital de aquellos inversores que desearon continuar en bolsa acabase recalando en el dólar.

Gracias a este movimiento el dólar registró máximos históricos contra 15 de sus principales pares. Unas subidas de las que aún sigue disfrutando pero que se moderan de forma constante desde que las bolsas parecen que han tocado suelo y comienzan a abonarse a las subidas.

Un hecho que se suma al acuerdo de recorte de producción de petróleo en 2,9 millones de barriles diarios de la OPEP+, la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) más 10 países productores independientes liderados por Rusia, que finaliza con la guerra de precios entre Riad y Moscú.

El papel del oro

Tampoco ayudó al dólar la compra ilimitada de bonos por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) con la que se inundó el mercado de billetes verdes. Hasta ese anuncio, la divisa estadounidense le ganaba la partida al oro como refugio por excelencia.

El oro sufrió importantes pérdidas y llegó a perder los 1.500 dólares por onza, registrando su mínimo en 1.471 unidades de dólar. En cambio, ahora se aproxima a los 1.700 dólares la onza al cotizar sobre los 1.690 dólares y sube un 11% en el año.

El motivo que condujo a la bajada del metal amarillo es que los inversores decidieron vender sus posiciones en esta materia prima para compensar las pérdidas en bolsa.

Es decir, el oro actúo como cobertura, suele hacerlo durante las crisis, y llenó de liquidez las carteras de los ahorradores ante la incertidumbre en los mercados. Una parte importante de esa cobertura que los inversores quisieron que continuase en el mercado recaló en el dólar.

En cambio, y conforme las bolsas tocan suelo y vuelve cierta confianza al mercado, el oro vuelve a recibir capital apoyado en la teoría de una posible recesión económica y la compra de oro físico.

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