El ethereum no escapa del desplome del bitcoin

El ethereum no se ha desmarcado de la caída generalizada de las criptomonedas, marcando su peor registro desde septiembre

El ethereum trata de labrar su propio camino gracias a su posicionamiento como criptomoneda clave en el devenir del metaverso y a su implicación en proyectos como las finanzas descentralizadas (DeFi) y los NFT, pero de momento, no logra alejarse de la sombra del bitcoin.

En una semana en la que el bitcoin ha sufrido un desplome que en los primeros compases del viernes le han dejado a niveles no vistos en el mercado desde septiembre, 41.324 dólares, el ethereum ha dibujado una trayectoria muy similar, llegando a caer hasta los 3.100 dólares.

Al igual que sucede con el bitcoin, los 3.100 dólares marcados por el ethereum durante la mañana del viernes 7 de enero no se veían en la gráfica de la criptomoneda desde finales de septiembre, mes que acabó en unos 3.000 dólares que sirvieron de pistoletazo de salida hasta máximos históricos de 4.800 dólares alcanzados a principios de noviembre.

Desde ese pico, el ethereum ha perdido en torno a un 30 por ciento, siguiendo una trayectoria muy similar al bitcoin y viendo cómo desaparecían en torno a 200.000 millones de dólares de su capitalización de mercado.

La Fed también acelera la venta de ethereum

La asociación del ethereum con la volatilidad general de los criptoactivos ha podido apreciarse de forma clara esta semana, en la que el mercado de las criptodivisas se ha visto sacudido por las noticias provenientes desde los Estados Unidos.

Los criptoactivos han trazado desde el miércoles un recorrido paralelo a las caídas sufridas tanto por Wall Street como por el IBEX 35 tras conocerse el contenido de las actas de la última de la reunión de la Fed, que han anticipado una reducción de tipos más rápida de lo que inicialmente se esperaba por parte del banco central estadounidense.

La aversión al riesgo por parte de los inversores ante esta apresurada subida de tipos provocó la huida desde activos de riesgo hacia activos más seguros, como unos bonos de renta fija que podrían beneficiarse de esta postura hawkish de la Fed.

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El ethereum no escapó a este éxodo, y a lo largo de esa jornada del miércoles marcada por las noticias de la Fed, llegó a caer un 10 por ciento desde los 3.800 dólares hasta poco más de 3.400 dólares.

El resto de criptodivisas no escapan la caída

Lejos de moderar su caída tras el shock inicial provocado por la Fed, el ethereum ha seguido dibujando una curva descendente que tan solo ha dado muestras de lateralizarse para frenar la hemorragia después de haber marcado los 3.100 dólares que le situaban en registros de septiembre.

En torno a las 2 de la tarde del viernes, el ethereum había mejorado ligeramente su valoración, aupándose a unos 3.200 dólares que supone una pequeña mejora del 4,5 por ciento.

Al ampliar el foco a las otras tres criptomonedas que ocupan el top 5 de criptoactivos por capitalización de mercado, se puede apreciar que el binance, solana y cardano también han sufrido correcciones en su valor.

En el caso del binance, el descenso ha sido del 12,9 por ciento en la última semana, un recorte que aumenta en caso de solana, que ha bajado un 19,64 por ciento. Los inversores en cardano, mientras tanto, han visto como ese descenso se moderaba hasta el 9 por ciento.

El futuro del ethereum

La caída generalizada de las criptomonedas durante esta primera semana de 2022 ha llevado a los inversores a preguntarse qué futuro depara al ethereum, al que informes previos como el de Goldman Sachs llegaban a colocar incluso en los 8.000 dólares a estas alturas.

Pese al incumplimiento de estos pronósticos, expertos como Paul Brody, líder de la división global de blockchain de la consultora EY, han reafirmado una postura de que 2022 "será el año del ethereum" que ya han mantenido anteriormente organizaciones como JP Morgan.

"A finales de 2022, ethereum será principalmente un blockchain que se utilice para que otros blockchains interactúen entre sí", explica Brody en un artículo.

Es decir, que el ethereum debería evolucionar hacia un rol como motor de una plataforma que dé cabida a otros criptoactivos, e incremente su valor a rebufo de los mismos.

Hasta entonces, no obstante, sigue arrastrado por los vaivenes que viven las divisas digitales, sin lograr desmarcarse de las tendencias del mercado.

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