FTX extiende las sospechas sobre otras plataformas de criptomonedas
El desplome de FTX extiende la incertidumbre sobre rivales en el sector de los brokers de las criptomonedas, como Crypto.com, que publicará un informe auditado sobre sus reservas tras un error en sus transferencias de ether
El desplome del tercer broker de criptomonedas más importante del mundo hasta que se declaró en bancarrota, FTX, no solo hizo tambalear el valor de las criptomonedas, sino también el de sus compañeras de sector, como Crypto.com.
Crypto.com es una plataforma de compraventa de criptoactivos con sede en Singapur y 70 millones de usuarios en todo el mundo, que este año saltó a la fama al cerrar un acuerdo con la empresa propietaria del estadio de Los Angeles Lakers, AEG.
Un acuerdo para dar nombre al recinto durante 20 años que se cerró por un valor estimado en cerca de 700 millones de dólares.
La plataforma dirigida por Kris Marszalek, decimoséptima del mundo por tráfico, liquidez, y volúmenes de negociación de acuerdo a los rankings de Coinmarketcap, sin embargo, avivó esta semana el fuego de la incertidumbre dentro del sector de los criptoactivos.
Y lo hizo cometiendo un fallo "accidental" que envió 400 millones de dólares en ether a uno de sus competidores, Gate.io, en vez de a sus "carteras frías", los dispositivos utilizados por los criptoinversores para poner sus activos a salvo fuera de la red.
Es decir, que un fallo con el que la plataforma pretendía resguardar sus activos en un momento en que la liquidez de los intercambios está en entredicho, puso su reputación en juego.
Y aunque el consejero delegado de Crypto.com, Marszalek, aseguró en una serie de tweets que los fondos ya están de vuelta en las arcas de su compañía, y que "desde entonces se han reforzado los procesos y sistemas para gestionar mejor estas transferencias internas", el accidente no hizo sino incidir en la necesidad de establecer una mayor supervisión y regulación sobre estos brokers.
El seísmo de las criptomonedas obliga a los brokers a probar su liquidez
El envío de 320.000 ethers a la cuenta equivocada por parte de Crypto.com provocó que la criptomoneda nativa de su plataforma, el cronos, recortara su valor en cerca del 40 por ciento en los últimos siete días.
Una caída que se produjo después de que el volumen de transacciones del broker descendiera, también en la última semana, desde un valor cercano a los 680 millones de dólares, hasta los poco más de 185 millones de dólares, de acuerdo a los datos proporcionados por Nomics.
Un recorte en su actividad propiciado por el miedo de los inversores a que este desvío de fondos fuera señal de un nuevo colapso dentro del criptomercado.
Un temor, asimismo, que también se encargó de avivar la personalidad que está queriendo salir de esta crisis como figura salvadora del ecosistema, el consejero delegado de Binance, Changpen Zhao.
Zhao, que esta semana anunció que creará un fondo para empresas cripto en crisis de liquidez tras la quiebra de FTX y pidió a la industria involucrarse en el desarrollo de regulación para la misma, apuntó en un tweet que "si un intercambio tiene que mover grandes cantidades de cripto antes o después de revelar las direcciones de sus carteras, es una clara señal de problemas".
Y a pesar de que el CEO de Crypto.com quiso reafirmar la solidez de plataforma, apuntando que su firma siempre actuó como un "jugador responsable y regulado desde su creación" y que pronto "demostrará a todos los detractores [...] que están equivocados", su empresa sigue sin levantar cabeza.
Se espera que Crypto.com publique una "prueba de reservas" auditada en los próximos 30 días, para dar tranquilidad a los inversores sobre la capacidad de la empresa para responder a sus obligaciones.
Su error, no obstante, provocó la intensificación de voces, como la de Zhao, exigiendo una mayor supervisión del criptomercado.
Y es que el CEO de Binance dijo esta misma semana que, tras los múltiples colapsos de la industria en 2022, los reguladores "deben ir más allá" de simplemente establecer normas contra el blanqueo de capitales y la transparencia en la información de los clientes, y centrarse también en las operaciones, los modelos de negocio y las reservas de operadores como FTX.