La OCDE quiere al bitcoin lejos de las finanzas descentralizadas
La OCDE se rinde a los beneficios de las finanzas descentralizadas o DeFi, pero avisa del peligro que puede entrañar la cercanía del bitcoin
El cambio que se está produciendo en el panorama financiero mundial a causa de la DeFi, o finanzas descentralizadas va a mayor velocidad de la que los inversores reciben información sobre ella.
Para arrojar más luz al respecto y posicionarse sobre su uso, la OCDE ha emitido un informe en el que aboga por abrazar sus beneficios, pero alejándose lo máximo posible de los riesgos de criptomonedas como el bitcoin o el ether.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, por tanto, abraza el cambio, pero se esfuerza en controlarlo.
El aviso de la OCDE sobre la DeFi
"Las finanzas descentralizadas, o DeFi, son el último avance en el espacio de los criptoactivos, y reivindican el potencial de replicar el sistema financiero tradicional de forma abierta, descentralizada, sin permisos y autónoma, a través de aplicaciones construidas sobre la cadena de bloques", explica el informe de la OCDE.
A ojos de la organización internacional, el crecimiento "espectacular" que han vivido las finanzas descentralizadas quedó reflejado con el registro de su máximo histórico en noviembre de 2021, cuando el valor total de los criptoactivos en aplicaciones DeFi construidas en la blockchain de Ethereum superó los 110.000 millones de dólares.
De acuerdo a la visión de la OCDE, no obstante, este crecimiento se sustentó en inversores movidos por una combinación del "miedo a quedarse fuera", unido a la especulación inherente al mercado y la búsqueda de rendimiento en un entorno -hasta hace poco- de tipos ultrabajos.
El significativo crecimiento de la DeFi a lomos de estos inversores, unido a "la creciente interconexión de este mercado con los mercados tradicionales", presentan un reto urgente para los responsables políticos, detalla la OCDE, que urge a las autoridades a compaginar el estudio de su uso para maximizar eficiencias con "la toma de medidas que mitiguen los riesgos para los inversores".
Y es que, según explica la OCDE en su informe, aunque el tamaño del mercado de DeFi en estos momentos "no es lo suficientemente grande como para ser considerado un riesgo para la estabilidad de los mercados financieros", los supervisores tienen que mantenerse muy atentos al mismo a causa de su interconexión con el mercado de los criptoactivos.
Ventajas de la DeFi
El informe redactado por la organización internacional asegura que las aplicaciones DeFi tienen potencial para mejorar la eficiencia en transacciones monetarias y comerciales "sin la necesidad de intermediarios centralizados de confianza", permitiendo una automatización más eficiente de los procesos
"Las aplicaciones descentralizadas pueden dar lugar a transacciones más rápidas, potencialmente más baratas y sin fricciones, gracias a la desintermediación y la automatización", explica el informe.
Además de la rapidez ganada al automatizar estas transacciones, la OCDE destaca que la tecnología de blockchain empleada en estas aplicaciones "promueve la transparencia, ya que todas las transacciones están disponibles públicamente para que todo el mundo las analice, aunque los usuarios recurran a seudónimos".
Otro punto positivo que se destaca de las finanzas descentralizadas es que la dispersión de los proveedores de servicios financieros podrían aumentar la diversidad en el sistema financiero y reducir la concentración de proveedores de servicios, mejorando no solo la oferta disponible, sino también la seguridad del sistema.
"La ausencia de un punto central de fallo o de un punto de ataque único en un entorno descentralizado podría mejorar la resiliencia del sistema. Si se aseguran adecuadamente, los sistemas descentralizados pueden ser más resistentes al riesgo cibernético que los sistemas altamente centralizados, también en términos de la integridad de sus registros y la disponibilidad del servicio", apunta el informe.
Riesgos de la DeFi
Pese a la enumeración de todas estas ventajas, la OCDE también recalca que uno de los principales problemas que plantea la DeFi es que numerosas aplicaciones se dedican a la prestación "no conforme de servicios y productos financieros regulados", que suelen reservarse a entidades con licencia como banco.
Este escenario implica que los inversores se pueden sumergir en el mercado sin las salvaguardias reglamentarias tradicionales para su protección, quedando no solo "más expuestos a formas de pérdida o erosión del valor", sino sin capacidad de recurso en caso de que estas aplicaciones incurran en incumplimientos o fallos de protocolo DeFi, dado que en la mayoría de los casos "es difícil identificar a una parte responsable" o a una autoridad central a la que los consumidores puedan dirigirse.
"Cualquier desarrollador de software puede lanzar un nuevo proyecto sin ningún tipo de auditoría o prueba y, de hecho, ha habido numerosos casos en los que se ha detectado la existencia de errores u otros fallos tecnológicos después del lanzamiento", apunta la OCDE, añadiendo que "el resultado fue el mal funcionamiento o incluso el colapso de los sistemas, con lo que los participantes sufrieron importantes pérdidas monetarias".
La necesidad de unir ambos mundos
Teniendo en cuenta tanto los pros como los contras detallados en su informe, la OCDE afirma que "es necesario identificar los puntos de intersección o convergencia entre la DeFi y la CeFi (las finanzas centralizadas tradicionales), ya que estos constituirían canales de transmisión de los riesgos identificados en DeFi".
En la coyuntura actual, la institución económica considera que la interconexión más importante de la DeFi con el sistema financiero tradicional se produce a través del uso de criptomonedas, ya sea como método de pago en plataformas como VISA o PayPal, o como instrumento de inversión al que han dado acceso distintos bancos, como ha ocurrido con BBVA en México.
Por ello, la OCDE se mantiene en alerta constante, señalando que los vínculos actuales entre los mercados de DeFi y el sistema financiero tradicional son débiles, limitando los riesgos para la estabilidad financiera, pero que esto "puede cambiar en el futuro si la adopción de los criptoactivos alcanza una escala mayor, y los vínculos entre los dos mercados llegan a ser más significativos".
La institución quiere que los gobiernos y las instituciones aprovechen los beneficios que ofrece esta nueva tecnología, pero recelan de su conexión con el criptomercado.