Oro vs bitcoin: el debate regresa a Wall Street
El oro ha subido coincidiendo con el desplome de las criptodivisas y, especialmente, bitcoin. Ambos activos son percibidos como un refugio pues supuestamente protegen contra la inflación
El oro se está tomando una revancha contra el bitcoin este mes coincidiendo con la caída de las criptodivisas, lo que ha reavivado el debate sobre estos dos activos considerados refugio en Wall Street.
Los fondos de oro han recibido los mayores flujos desde octubre pasado en las últimas dos semanas y los precios del metal precioso vuelven a acercarse a los 1.900 dólares por onza.
En contraste, el bitcoin ha perdido el 40% de su valor desde el récord que tocó en los 63.000 dólares a mediados de abril, mientras los fondos especializados en criptodivisas registran salidas de dinero.
El oro sube por la inflación
Por un lado, las presiones inflacionistas y la debilidad del dólar son motivos clásicos para una subida del metal precioso.
Por el otro, el desplome de las criptodivisas ha difuminado la euforia que rodeaba al bitcoin y ha minado sus ambiciones de atraer inversores institucionales, hasta hace poco reacios a entrar en un activo considerado altamente especulativo pero que habían comenzado a dejarse tentar por sus elevadas revalorizaciones.
Pero lo cierto es que los expertos ven una relación entre la subida del oro y la caída de las divisas digitales, que comenzó por culpa de la verborrea digital del fundador de Tesla, Elon Musk, en Twitter.
El bitcoin atrae a traders obsesionados con la tecnología
Ambos activos son percibidos como una protección natural contra la inflación, pero la diferencia es que las divisas digitales atraen a traders jóvenes obsesionados con la tecnología mientras que el oro es territorio de inversores de la generación del baby boom, más conservadora.
De hecho, grandes bancos de inversión como JP Morgan y otros menos conocidos como Byte Tree Asset Management relacionan estos dos fenómenos y dicen que la subida del oro se ha producido, en cierta medida, a expensas de la caída del bitcoin, pues algunos inversores han rotado entre los dos activos.
“Aún hay mucha confusión entre el oro y el bitcoin. Ambos activos coexisten y ambos florecen en entornos inflacionistas”, ha escrito Charlie Morris, fundador de Byte Tree en una nota.
¿Hay relación entre los flujos de entrada en oro y los de salida en el bitcoin?
En el documento, Morris relaciona los flujos de entrada en oro con los flujos de salida en el bitcoin.
Lo ocurrido, en todo caso, demuestra que el pasado puede ser traicionero pues algunos gestores de activos defendían hace tan solo unos meses que el bitcoin podía ser un sustituto natural del oro en las carteras diversificadas.
De hecho, 20.000 millones de dólares salieron de los ETF de oro en los seis meses previos a abril de este mismo año, coincidiendo con el rally de bitcoin.
En este sentido, es paradigmático el comportamiento del ETF de oro más popular, el SPDR Gold Shares ETF, que vio recortados sus activos en un 29% desde noviembre pasado (en unos 14.000 millones) y, en cambio, en mayo recuperó unos 1.600 millones.
El optimismo no abandona a los inversores en el bitcoin
En todo caso, lo cierto es que, pese al desplome vivido por las criptodivisas, lo que ha provocado un recorte de los precios objetivo de las mismas, se mantiene el optimismo en cuento a su poder creciente.
El estratega de Bloomberg Intelligence, Mike McGlone, por ejemplo, tiene un precio de 100.000 dólares para el bitcoin y opina que merece la pena apostar a que la divisa virtual se va a convertir en una moneda de referencia en un futuro no muy lejano.
Por el contrario, opina que “el oro puede estar perdiendo relevancia, por lo que puede ser prudente diversificar”.