¿Por qué colapsó Solana?
El reciente desplome de Solana, la criptomoneda que más brilló el año pasado, ilustra los desafíos a los que se enfrentan los activos criptográficos
La cotización de solana rebotó desde sus mínimos en los 82 dólares tras las fuertes caídas del mercado criptográfico que llevaron al colapso de su blockchain.
Los 96 dólares en que se mueve este miércoles la séptima criptomoneda más importante por capitalización de mercado según el ranking de Coinmarketcap suponen un alivio, dados los problemas que tuvo que afrontar la cadena de bloques.
El exceso de transacciones derivado de la alta volatilidad del mercado interrumpió el servicio de la blockchain de Solana, lo que disparó los nervios de los inversores. En este caso llueve sobre mojado, porque el mismo problema ya sucedió en dos ocasiones.
De entre todos los problemas que pueden concurrir en una cadena de bloques, este es de los peores, el que genera más desconfianza, lo que se reflejó en el desplome de la cotización de solana.
Los responsables de la blockchain son conscientes de que estos problemas deben mejorarse. Las medidas que se tomen en el futuro harán la red más sólida, pero no cambiarán su naturaleza, según los expertos consultados por finanzas.com.
¿Por qué colapsó Solana?
Solana es una cadena de bloques diferente a Ethereum y una de las candidatas a ocupar su lugar como alternativa al bitcoin, gracias al impulso de las finanzas descentralizadas.
Gran parte de su atractivo se basa en que permite hacer muchas más transacciones a un coste muy reducido, lo que en la jerga se conoce como escalabilidad.
Este tipo de plataformas “soportan muchas más transacciones que Ethereum porque no son tan descentralizadas”, dijo Alberto Toribio, embajador de Cryptoplaza.
En cierta forma, ser más rápido tiene un coste para esta cadena de bloques, que se traduce en lo que se conoce como una menor resistencia a la censura.
Resistencia a la censura significa que, si algunas personas se ponen de acuerdo dentro de la red de Solana, sería más probable que pudieran censurar distintas transacciones y operaciones.
Dicho de otro modo, “hay personas en Solana con capacidad para hacer que la red se interrumpa”, explicaron las fuentes consultadas. Por eso, cuando alguno de estos elementos falla se colapsa la red.
El precio de la rapidez
Como sucede en todas las economías cuando los recursos son escasos, con la tecnología blockchain también hay que elegir. El precio de ser más rápido implica que eres menos resistente a la censura.
De hecho, Ethereum no ha tenido una sola caída en todo el tiempo que lleva en funcionamiento. “Esto es porque la balanza está muy inclinada hacia la resistencia a la censura y la resiliencia”, añadió Toribio.
El problema ya lo identificó el fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, cuando definió esta elección en términos de un “trilema”. La idea hace referencia a la necesidad de elegir entre seguridad, descentralización y escalabilidad.
Es evidente que los gestores de Solana tomarán medidas para hacer la cadena de bloques más sólida y evitar este tipo de interrupciones. Pero no podrán cambiar la blochchain para que sea más descentralizada. Si lo fuera, ya no sería tan escalable.
Con todo, “pese a los vaivenes en el 2022, pese a las correcciones, Solana sigue siendo el principal competidor de la red de Ethereum”, apuntó Diego Morín, analista de IG.
Opciones de rebote para Solana
Tras las últimas caídas, solana perdió fugazmente el soporte de los 89 dólares, una zona que acaba de recuperar tras la salida al alza del mercado criptográfico.
“Trae un correctivo desde máximos históricos superior al 62 por ciento, manteniéndose este miércoles cerca de la barrera psicológica de los 100 dólares”, añadió Morín.
Recuperar esta zona de números redondos será importante para que la recuperación de Solana gane altura. Muchas de las opciones dependen de la recuperación del Nasdaq, dada la elevada correlación de los activos criptográficos con el índice tecnológico.
Según los cálculos de los analistas técnicos de FXStreet, si la presión bajista remite, Solana estaría en condiciones de recuperar los 130 dólares como primer objetivo de la subida.