Emergentes: prisas por cicatrizar las heridas

Los mercados emergentes han sufrido la huida de más de 25.000 millones de euros con el desplome de los mercados, según informa un reportaje publicado esta semana en la revista INVERSIÓN.

Los mercados emergentes han sufrido, como los desarrollados, las consecuencias del Covid-19 y sus activos han pasado de ser recomendados como una buena oportunidad de inversión para 2020, principalmente sus bonos, a ser activos de los que los inversores han huido en masa.

Desde que apareció en escena el coronavirus los mercados emergentes han sufrido una salida de capitales de más de 25.000 millones de euros, según cifra el Instituto de Finanzas Internacionales. Esta huida se ha debido, según el reportaje publicado por INVERSIÓN, a que son un activo de riesgo y a que el dinero es miedoso y cuando los mercados caen, los inversores huyen en primer lugar de los emergentes para refugiarse en activos que consideran más seguros como el oro, la deuda americana o el yen.

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Otra de los motivos de de esta fuga es que el inversor occidental no se siente excesivamente cómodo en activos de estos mercados, muchos de los cuales fueron, además, el epicentro de la crisis del coronavirus. Sin embargo, la situación está cambiando debido a que las medidas para contener el Covid-19 están empezando a funcionar. Por ello, los emergentes confían en cerrar pronto las heridas abiertas.

“Se nos vendió que venía una crisis muy ligada a los mercados emergentes cuando hoy estamos viendo una situación opuesta. Siguen siendo activos de riesgo, pero estos países han avanzado en el control del coronavirus más que los desarrollados”, explica Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G, por lo que “siguen siendo una oportunidad de inversión a largo plazo, sobre todo en renta fija”.

 

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