Abengoa gasta sus últimas balas a cinco días de la posible quiebra
Abengoa busca nuevas fórmulas para evitar la quiebra como que los acreedores cobren de sus arbitrajes, el apoyo de la Junta de Andalucía y conseguir un accionista mayoritario
Abengoa gasta sus últimas balas a cinco días de la posible quiebra. El 30 de junio termina el plazo que la propia compañía se puso para conseguir un acuerdo que diese lugar a su tercera reestructuración en cuatro años.
La Junta de Andalucía movió ficha y busca un aval de 20 millones de euros para apoyar a la compañía, pero no encuentra quién financie la operación. Y es que la banca acreedora, que incluye a todas las del IBEX 35 salvo el Banco Sabadell -Banco Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y Bankinter- más Crédit Agricole, no está dispuesta a ofrecer tan fácil la ayuda.
El apoyo de la banca y el ICO no llega y toca agarrarse otras vías para evitar el fin de la compañía
El Gobierno andaluz pretenden ayudar a las empresas en problemas de solvencia y evitar su desaparición, pero se enfoca en pymes y no grandes empresas. Este sería el otro problema, informa el Diario de Sevilla, y el principal banco de la región, Unicaja, tampoco querría aceptar el préstamo, señalan las mismas fuentes.
Otra de las opciones que está sobre la mesa es la opción de ofrecer a los acreedores el cobro de los arbitrajes que tiene abiertos la compañía. Una opción compleja porque no se sabe si la compañía los ganará.
La empresa sevillana tiene un arbitraje abierto con España desde 2012 por la retribución al sector y otro con la Cámara de Comercio de Estocolmo por diversas participadas. Solo a España le reclama 1.182 millones de euros por el incumplimiento de la Carta de la Energía.
El objetivo es la banca
Estas posibilidades no dejarían de ser parches ya que el objetivo principal de Abengoa está en la banca acreedora.
Abengoa guarda la esperanza de conseguir el que sería su tercer plan de rescate valorado en 250 millones de euros a través de la línea de crédito del ICO y con el apoyo de la banca. Y es que en ella están sus principales accionistas.
El Santander es el principal tenedor de acciones con un 2,84%, el segundo es la entidad financiera estadounidense Charles Schwab con un 1,6% y el tercero Caixabank con el 0,34%. Les siguen Bankia, un 0,3% y el Estado y BBVA con una participación ambos del 0,29%.
Así, en su tercer plan de rescate desde 2016, la compañía buscará el apoyo de sus principales prestamistas además de buscar con ellos unas peticiones de avales de 300 millones de euros con la garantía de Cesce.
En total, 550 millones de euros en ayudas a los que pretende sumar quitas a sus acreedores que afecta a 700 millones de su deuda.
Relaciones rotas
Pero el tiempo pasa y el acuerdo no llega. Hace más de un mes que Abengoa anunció esta estrategia cuyo fin es paliar una situación que se traduce en 6.000 millones de euros de deuda, un patrimonio negativo de 338 millones de euros y 1.205,8 millones de pagos pendientes a proveedores. Por tanto, ya se encuentra en una situación de disolución.
Abengoa da trabajo a 14.025 personas, más de 2.500 en España
Y las relaciones con los acreedores, tanto banca como comerciales, está rota y nada parece apuntar a una solución factible. El Covid-19 dio la puntilla definitiva a una empresa que cuenta en su historial con el mayor concurso de acreedores en la historia de España, en 2016.
Abengoa señala que los efectos de la crisis se dejarán sentir con mayor relevancia en las regiones donde posee más negocio: América Latina, África y Oriente Medio.
La intención de Abengoa es convencer a banca y Estado de un plan a largo plazo, hasta 2028, donde ya avisa que tanto ventas, caja y ebitda podrían reducirse en un 25%.
Otros de los motivos que esgrime la compañía para acudir a sus principales prestamistas es que la pandemia les cierra cualquier otra vía de financiación.
O máximo accionista o disolución
Expansión informa que las negociaciones para la reconversión de deuda avanzan hasta tal punto que los titulares de aproximadamente un 90% del volumen de la deuda estarían de acuerdo en su cancelación a cambio de acciones de la matriz de Abengoa.
Esto reduciría la deuda a menos de 1.000 millones de euros y colocaría al Santander y KKR como los máximos accionistas de la compañía por el volumen de deuda que tienen de la compañía y los que están llevando la voz cantante en las negociaciones, según informa este diario y que acabaría con la entidad presidida por Ana Botín con una participación del 19% y a KKR con un 16%.
Aunque el mismo medio también informa que, paralelamente, la empresa trabaja en preparar la liquidación.