Berkeley, la madre de todos los ‘chicharros’, sube un 89% en agosto
La multinacional minera australiana se dispara en el mercado continuo porque la construcción de una mina de uranio en Salamanca está más cerca
Hablar del mercado continuo en agosto es hablar de Berkeley. La minera australiana que cotiza en la bolsa española se ha convertido en la estrella del verano.
En agosto se ha disparado un 89% y en el conjunto del año ya se revaloriza un 300%, solo superado por otro ‘chicharro’ de manual: Deoleo.
Es verdad que la subida acumulada por Berkeley hasta agosto ha sido fruto de la especulación y de muchos altibajos, algo propio de un valor muy estrecho, pero en este mes que acaba de terminar su trayectoria alcista ha sido impecable, con muy pocas sesiones cerrando en rojo.
El detonante de esta escalada ha sido el avance en el plan que la compañía tiene en el pueblo salmantino de Retortillo para abrir una mina de uranio. Según los cálculos de Berkeley, el proyecto tiene un valor de unos 500 millones de dólares y una tasa interna de retorno cercana al 60 por ciento, muy lejos de los 132 millones de euros que actualmente capitaliza la empresa.
Superando obstáculos
Por eso, a medida que se van superando obstáculos regulatorios para su aprobación, la compañía va recogiendo esos avances en bolsa para acercarse al valor estimado del proyecto.
En los últimos meses, el Consejo de Seguridad Nuclear ha informado favorablemente para la renovación de la autorización previa y, hace tan solo dos semanas, el ayuntamiento de Retortillo emitió la licencia urbanística, dos noticias que han calentado el valor.
Dos noticias muy positivas han calentado al valor en las últimas semanas
«Ya nos queda únicamente un permiso, la autorización de construcción, que tiene que ser emitida por el Consejo de Seguridad Nuclear», explica Francisco Bellón, presidente de Berkeley.
Y es muy posible que que este organismo termine por aprobarlo pues ya ha informado favorablemente unas siete veces sobre el proyecto. Si bien, existen presiones de las organizaciones ecologistas y una parte de la población local, que están en desacuerdo con el impacto medioambiental y la contaminación del proyecto en la zona.
Aun así, Miguel Momobela, analista de XTB, ve con buenos ojos esta compañía por sus posibilidades de crecimiento (tiene en cartera otros 30 derechos mineros en toda España). Si bien, recuerda que la iliquidez puede ser un problema en este tipo de empresas tan pequeñas. El inversor corre un elevado riesgo de quedarse atrapado en el valor.