Pharmamar amplía su negocio a dos divisiones por el Covid-19
Pharmamar dobla su estructura empresarial al crear una unidad específica para virología. Así, oncología y la nueva división conforman el nuevo entramado de la biofarmacéutica
Pharmamar encuentra una vía de negocio en el coronavirus más allá del uso del Aplidin o la venta de kits de detección del Covid-19. La pandemia hace ver a la compañía el potencial de una unidad de virología para enfermedades emergentes.
El fin de la división es investigar, desarrollar y aportar medicamentos en enfermedades víricas para las que todavía no hay tratamientos eficaces.
El presidente de la empresa gallega, José María Fernández Sousa, señaló que desde virología se ponen el propósito de “aportar soluciones innovadoras y eficaces para enfermedades víricas como el Covid-19 y otros virus emergentes”.
La unidad arranca su trabajo con el Aplidin del cual esperan tener los primeros resultados del ensayo en octubre el cual, de llegar el éxito, se administrará en tres dosis.
El mercado espera al Aplidin
El mercado no recibió con grandes subidas la noticia pues ya estaría descontada la situación actual de este fármaco y espera más avances al respecto pues en los planes de la biofarmacéutica estaba comercializarlo a principios de 2021.
Pharmamar se encuentra con dos problemas respecto al Aplidin: la aprobación de siguientes fases por parte de la Agencia Española de Medicamentos y la dificultad de encontrar pacientes para suministrarlos.
El propio Fernández aseguró que no entendía cómo otros medicamentos de multinacionales de fuera de España “consiguen aprobaciones y pacientes en tiempos récord” mientras el Aplidin, “del cual está demostrada su seguridad”, sigue en las primeras fases.
Desde la empresa recalcan que este compuesto ya está probado para el tratamiento de pacientes con mieloma múltiple en Australia, “por lo que este fármaco ya ha pasado por todas las fases de ensayos clínicos en humanos y se conocen su nivel de tolerabilidad y efectos adversos”, señalan.
Claridad en oncología
El Aplidin tiene que pasar varias fases de estudio hasta llegar a la comercialización, por lo que el objetivo de venta para principios de 2021 podría dilatarse hacia el segundo trimestre del año.
Pese a ello, la gallega insiste en que su potencia antiviral es 2.800 veces superior al Remdesivir y busca su expansión hacia el mercado latinoamericano. Y es que el continente americano es el que mayores beneficios reporta al grupo gracias a sus antitumorales Yondelis y lurbinectidina.
Las ventas en oncología aumentaron un 29% en los seis primeros meses del año, hasta los 47 millones de euros, gracias a los 37 millones aportados por el Yondelis, un compuesto contra el sarcoma y el cáncer de ovario.
La empresa está en plena expansión del producto mientras busca protegerlo con demandas contra compañías de genéricos que podrían realizar copias del mismo, aunque la patente y licencia de exclusividad no caduca hasta 2028.
Lurbinectidina, la “joya” de Pharmamar
Pero la división de oncología tendrá su gran sustento en la lurbinectedina gracias al acuerdo con la irlandesa Jazz Pharmaceutical. La comercialización de este compuesto en los Estados Unidos, bajo el nombre de Zepzelca, podría reportar hasta 1.000 millones a las arcas de Pharmamar.
Por el momento, ya dejó en las arcas más de millones de euros en el primer semestre lo que provocó uno de los mejores resultados de la historia de Pharmamar hasta lograr un beneficio de 113,8 millones de euros desde las pérdidas de 21,3 millones de euros del curso anterior.
Las ventas del compuesto fueron de 5,9 millones de euros más otros 4,1 de vender la materia prima. También le reportó 5,6 millones las ventas del kit de pruebas de diagnóstico del coronavirus.
Sin olvidar los Estados Unidos
La ampliación de negocio es un plan ambicioso para una empresa que, hasta el anuncio, fijaba su mayor posibilidad de expansión dando el salto a los Estados Unidos.
Fernández Sousa reconoció en la junta de accionistas que sigue latente el deseo de dar el salto a los Estados Unidos. Tal y como informó finanzas.com la empresa considera que el sitio natural de una biofarmacéutica es tener una presencia física en este país.
Las intenciones pasaban por la compra de una oncológica que cotizase en el Nasdaq Biotechnology Index y usar esta fórmula para cotizar de forma directa en Wall Street.
La operación sería de gran envergadura para las cuentas de la española, pero los 1.000 millones del acuerdo con Jazz son una gran bombona de oxígeno para este objetivo.
Por el momento, el foco y los esfuerzos de Pharmamar pasan por el desarrollo y crecimiento de la nueva unidad de virología en la que tienen que explorar sus capacidades e investigaciones.