La revolución de Adriana Domínguez

La llegada de la primogénita del mítico diseñador español Adolfo Domínguez a la dirección general de la compañía, hace año y medio, ha supuesto un cambio drástico para la empresa, que ve como sus cuentas progresan considerablemente.

Adriana Domínguez, que también ostenta el puesto de consejera delegada, está dejando patente, de una forma muy clara, su orden y mando sobre la compañía. El mejor ejemplo son las cuentas de los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal 2017-2018.

El grupo ha reducido sus pérdidas en un 55 por ciento y este dato hay que ponerlo en contexto. Cuando Adriana tomó las riendas de la compañía, aunque su padre sigue de presidente, la firma tenía una deuda de 22,7 millones de euros y ahora el agujero se ha reducido hasta 3,2 millones. El resultado bruto de explotación (ebitda) ha desarrollado una mejora del 72,6 por ciento, hasta colocarse en menos 1,1 millones de euros desde los menos 4,19 millones del anterior registro entre marzo y noviembre de 2017. Las ventas fueron de 75,88 millones, un 2,6 por ciento menos interanual, pero si se mira el tipo de cambio constante, subieron un 10,7 por ciento. Así, las ventas suponen el 60,6 por ciento del margen bruto del grupo y ascendieron, en comparables, tanto en Europa, 8,1 por ciento, como en México, 24,4 por ciento, sus principales negocios. 

Fuentes de la compañía aseguran que estas cifran son el resultado de «mejorar la eficiencia y la rentabilidad en los últimos 24 meses», en un ejercicio de «optimización continua», y en el cual quieren seguir avanzando. Aplauden la entrada y el método implantado por Adriana con una apuesta, más allá de la reducción de deuda, centrada también en una reorganización de la red comercial y en la fusión de tiendas. De este modo, apuntan, están cambiando la forma en la que se relacionan con los clientes «reconectando con ellos», un cambio que aprecian sobre todo en España y México. Llevado a la estrategia empresarial, el cambio se ha producido por la apuesta de reposicionar los puntos de venta en aquellas lugares más rentables, cerrando tiendas en los que no lo eran y abriendo en los más idóneos para su negocio. En total, cuentan con 392 tiendas en todo el mundo y a noviembre de 2018 la red fuera de España suponía el 52 por ciento del grupo. Las fuentes consultadas aseguran que la compañía tienen claro que son «más eficientes produciendo, distribuyendo y vendiendo» y lo achacan también a la eliminación de duplicidades con la unificación de marcas.

Relación con los inversores

Adolfo Domínguez fue la primera marca de moda en cotizar en el mercado español y, tras un difícil desempeño bursátil en los últimos tiempos, parece que los inversores tienen ganas de entrar a comprar aunque esa fuerza se vuelve a diluir por momentos.

Las fuentes consultadas aseguran que a los inversores se les ofrece «información, cercanía y transparencia». Tal y como reconocen, el grueso de las acciones de la compañía pertenece a un «núcleo estable» de accionistas y, «quizás por eso», añaden, se había descuidado «un poquito» la comunicación con el mercado. Pero, puntualizan, se ha desplegado un plan de reuniones con accionistas e inversores y creen que está siendo muy positivo. Esta valoración la basan en que, además de conocer los datos y la compañía, «los accionistas puedan tocarlo y ponerle cara y ojos». Creen que su compañía es una buena inversión que le queda recorrido y para ello «trabajan en generar valor».

El director de inversiones y renta variable de ATL Capital, Ignacio Cantos, considera que para que los fondos se fijen en ella «aún queda mucho camino por recorrer». La reducción de deuda siempre atrae, comenta Cantos, pero existe un problema respecto a los volúmenes negociados, «que son pocos». Para Cantos, Adolfo Domínguez, en la parcela de atraer a inversores, tiene una doble labor. Por un lado, un departamento financiero que llame puerta a puerta a las gestoras, fondos de inversión y casas de análisis para que les cubran, analicen y compren. Y, por otro lado, presentar la compañía en todos los foros de inversión posibles.

7 euros por acción marcan la subida

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El analista de INVERSIÓN & Finanzas.com Josep Codina analiza el valor desde el punto de vista técnico. Codina observa que a mediados del pasado año lograba salir del lateral y se movía desde los mínimos de 2012, en torno a los 3 euros, y los máximos que marcó en 2013 y 2017, sobre los 6,50. «La ruptura al alza fue con intención y de forma consistente y alcanzó el objetivo de doblar el canal al marcar nuevos máximos por encima de los 9,50». Pero, añade, en el entorno de esos niveles no pudo mantener la progresión y ahora actúa sobre los 6,50 como «soporte clave para definir el cambio de escenario». El inicio de año ha sido sobre este nivel confluyente y reforzado con la proyección de la actual directriz de avance, explica Codina. Y amplía que, en tanto se mantenga por encima del mismo, puede continuar el escenario de avances. En definitiva, ahora se enfrenta a la proyección de la directriz de corrección y es necesario que supere los 7 euros para validar cualquier intento de rebote, comenta Codina.

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