Curevac sufre un doble castigo bursátil por la baja eficacia de su vacuna
Los resultados finales de los ensayos muestran que la vacuna tiene una eficacia del 48 por ciento
Las acciones de Curevac se dejaban un 17 por ciento de su valor en bolsa en la apertura de este jueves horas después de que la compañía confirmase la baja efectividad de su vacuna en todos los grupos de edad.
El laboratorio alemán publicó a última hora del miércoles los resultados definitivos de los ensayos con su candidato vacunal, que arrojan una eficacia del 48 por ciento contra el Covid-19, muy por debajo de las eficacias superiores al 90 por ciento que presentan otras vacunas de la competencia, como la de Pfizer o la de Moderna (también desarrolladas con la tecnología del ARN mensajero).
La compañía ya adelantó hace dos semanas los resultados parciales de estos ensayos, cuando comunicó que la eficacia estaría en torno al 47 por ciento. Entonces, el valor ya cedió en bolsa un 38 por ciento, castigado por la noticia.
La estrategia de adelantar resultados parciales perjudica a Curevac
Por lo tanto, la estrategia desarrollada por laboratorios como Moderna de adelantar la publicación de resultados parciales al mercado en lugar de esperar a los cauces habituales (consistentes en la publicación de los resultados definitivos en una revista científica de referencia) le ha jugado a Curevac una mala pasada, al suponer un doble castigo para su cotización.
Si bien, lo cierto es que, como defendió la compañía durante la publicación de los resultados anticipados, los ensayos de Curevac se han desarrollado en un entorno de incremento de la incidencia de las variantes del Covid-19 más contagiosas (como la variante Delta, que ahora preocupa), motivo que reduce la eficacia general de la vacuna.
De este modo, la eficacia en las personas de entre 18 y 60 años se queda en el 53 para la enfermedad de cualquier gravedad, en el 77 por ciento para la progresión moderada o grave de la misma y es total en caso de muerte.
En concreto, de los casos de coronavirus detectados en personas vacunadas durante el ensayo, el 86 por ciento estaban infectados con alguna de las nuevas variantes más peligrosas.