Didi recupera el pulso en Wall Street
Las acciones del Uber chino remontaron un 10 por ciento en la bolsa de Nueva York tras el veto de los reguladores del gigante asiático
Las acciones de Didi, el Uber chino, recuperaron el pulso en Wall Street tras el veto de las autoridades chinas.
En la última semana, las acciones han remontado un 10 por ciento tras la asfixia de los reguladores del gigante asiático.
Apenas unos días después de su salida a la bolsa de Nueva York, la Administración del Ciberespacio China asestó un duro varapalo al suprimir la aplicación de la empresa de movilidad de las tiendas e impedir el registro de nuevos usuarios.
Didi, que en su debut bursátil en los Estados Unidos se convirtió en la mayor salida a bolsa de una compañía china desde Alibaba, en 2015, registró fuertes pérdidas de las que todavía no ha conseguido olvidarse, aunque el rendimiento de las últimas sesiones invita a pensar que no tardará mucho tiempo.
Un debut con presiones regulatorias
En su estreno en Wall Street a finales de junio, Didi recaudó 4.000 millones de dólares, la mayor oferta pública de una compañía china en lo que llevamos de año.
Las acciones cerraron su primera sesión bursátil disparándose un 16 por ciento, lo que dejó a la empresa valorada en cerca de 80.000 millones. Entonces, ya anticipaba la presión que podría ejercer su país de origen.
“Esperando tensiones regulatorias, la empresa intencionalmente mantuvo la oferta pública inicial de bajo perfil y detalló el potencial legal y el riesgo regulatorio en su folleto”, señalan en la firma Seneca ESG.
“Sin embargo, el esfuerzo no logró evitar las preocupaciones de los inversores”, recalcan los analistas.
Apenas dos sesiones después de su debut, las acciones perdieron un 5 por ciento debido a la maniobra de China para suprimir el ingreso de nuevos usuarios.
Un 30 por ciento menos en dos días
Entretanto, lo mejor que le pudo ocurrir a la cotización de Didi fue el cierre de la bolsa de Nueva York -por la festividad de la Independencia, el lunes 4 de julio- que coincidió con el aumento de la presión de los reguladores asiáticos.
Además de Didi, empresas chinas que cotizan en los Estados Unidos como Yunmanman y Huochebang, del grupo Full Truck Alliance, sufrieron el veto que impuso la administración china.
En los tres días siguientes, las acciones del Uber chino perdieron más de un 30 por ciento y marcaron un precio por debajo de los 12 dólares en los que cotiza ahora.
La asfixia de China a las cotizadas ‘americanas’
Las tensiones entre los Estados Unidos y China vivieron su apogeo en la era Trump, pero la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca no ha cambiado mucho el contexto.
“Las empresas de China, lideradas por las acciones tecnológicas, se enfrentan a una ‘squeeze’: una ofensiva regulatoria contra ellos en su hogar, personificada en la sonda Didi”, explica John Lee, analista de Bloomberg Intelligence.
“El riesgo geopolítico podría estimular el escrutinio de los Estados Unidos sobre las firmas. El doble peligro puede dificultar [a las compañías] estar a la altura de las expectativas de crecimiento”, añade Lee.
Si Alibaba es la referencia de estas compañías, el listón está alto, ya que las acciones del rival de Amazon fundado por Jack Ma se revalorizan más de un 120 por ciento desde su estreno en Wall Street hace ya seis años.
Desde el pasado febrero, las acciones chinas que cotizan en los Estados Unidos han perdido un promedio del 30 por ciento, según datos de Bloomberg.
Potencial para subir un 75 por ciento
Este jueves, tras la remontada de la última semana, las acciones volvieron a perder algo más de un 1 por ciento tras abrir con subidas superiores al 3 por ciento.
La volatilidad mostrada hasta ahora no sirve para desanimar al consenso consultado por finanzas.com, que le da un potencial de revalorización del 75 por ciento.
El panel es, además, claramente unánime hacia la compra de acciones, con un 100 por cien de recomendaciones.
Siguiendo sus estimaciones, el precio objetivo de las acciones de Didi se sitúa en cerca de los 22 dólares por título. Algo que alejaría a la compañía tanto de sus niveles actuales, por debajo de su precio de salida, como de los temores de los inversores.