El coronavirus deja ‘tocado’ hasta a Buffett. “No vemos nada que sea atractivo"
Warren Buffett asegura ante sus inversores que esta crisis es diferente, y en un tono de mucha cautela y cierto pesimismo, explica por qué Berkshire Hathaway no ha comprado nada pese a las fuertes caídas
Warren Buffett ha protagonizado algunas de sus compras más lucrativas cuando el pánico azotaba las bolsas. Sin embargo, todavía no ha movido ficha en la pandemia del coronavirus, pese a las fuertes caídas sufridas hasta la última semana de marzo.
La habilidad que siempre demostró Buffett para encontrar las mejores oportunidades brilla en esta ocasión por su ausencia, y los inversores se preguntan por el destino que el inversor podría dar a los 137.000 millones que Berkshire Hathaway tiene en caja.
“Esta crisis es diferente”, aseguró el Oráculo de Omaha en un encuentro online con sus inversores celebrado este fin de semana. La frase resume a la perfección la cautela con la que se está moviendo el inversor más famoso del mundo. Y su tono refleja mucha incertidumbre.
Berkshire Hathaway es una compañía compradora. Buffett siempre se ha mostrado interesado en grupos grandes, con negocios simples, beneficios sólidos, poca deuda y un excelente equipo gestor. Es justo lo que ahora Buffett no ha encontrado.
"No hemos hecho nada porque no vemos nada que sea atractivo", dijo Buffett en la cita con sus accionistas.
Sorprendente venta de las líneas aéreas
Es más, el magnate no solo no ha comprado sino que vendió sus participaciones en las cuatro mayores líneas aéreas de EE.UU, Delta Airlines, Soutwest, American Airlines y United Airlines.
A principios de marzo, antes de que las bolsas se hundieran, Buffett ya había perdido 3.130 millones de dólares con estas inversiones.
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Pero la contundente y rápida salida de Buffett se ha visto con sorpresa en el mercado. "El mundo ha cambiado para las aerolínea y les deseo lo mejor", se despachó Buffett.
Las comparaciones con las compras que sí hizo en la crisis de las hipotecas ‘subprime’ son necesarias, aunque Buffett, defendió aquellas operaciones y aseguró que parecían “inteligentes”, hechas en un entorno en el que no hubo “mucha competencia”.
La irrupción de la Fed
En la crisis de 2008, Buffett incluso llegó a actuar como prestamista de último recurso para las compañías más necesitadas. Y en esta ocasión podría haber sucedido lo mismo de no haber sido por las rápidas inyecciones de liquidez aprobadas por la Fed.
“Justo antes de que la Fed actuara, estábamos comenzando a recibir llamadas. No eran atractivas, pero las estábamos recibiendo. Y después de que la Fed actuó, muchas de estas empresas que nos llamaron pudieron obtener dinero a mejores condiciones que las que les podríamos haber ofrecido”, dijo Buffett.
La reacción cautelosa del famoso inversor ha concentrado la atención del mercado, sobre todo porque Berkshire Hathaway, al contrario de lo que ha sucedido siempre, es ahora un vendedor neto en abril, tras deshacer sus posiciones en las líneas aéreas.
El virus costará dinero
Muchos en el mercado se preguntan si Buffett no se estará alineando con las voces que sugieren que las bolsas aún no ha visto los peores episodios de la pandemia.
Es más, aunque Berkshire Hathaway recompró 1.700 millones de dólares de sus propias acciones, Buffett dijo que las perspectiva de las recompras propias no son mucho mejores de lo que eran en enero.
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En la conferencia, los inversores tuvieron la oportunidad de escuchar a Greg Abel, uno de los delfines de Buffett y candidato oficioso a suceder al magnate.
Si intervención dejó bien claro que sigue al pie del cañón y controla la evolución de los negocios. También despejó las dudas sobre el efecto del coronavirus, que hará perder dinero a Berkshire Hathaway.
Así, algunos negocios, como el de Precision Castparts, que fabrica y vende componentes de metal, notarán los efectos de la pandemia. “El virus le costará dinero a Berkshire”, sentenció Abel.
Con todo, Buffett quiso imprimir a su mensaje final un cierto optimismo y explicó que su objetivo sigue siendo mantener a Berkshire Hathaway como una especie de "Fort Knox", lo suficientemente fuerte como para resistir la pandemia. Y lo que es más importante. Prometio no ser imprudente.