Iberia-Air Europa: Competencia pondrá muy cara la fusión
La compra de Air Europa por parte de Iberia no ha hecho más que escribir su primer capítulo, pues ahora[…]
La compra de Air Europa por parte de Iberia no ha hecho más que escribir su primer capítulo, pues ahora comienza una larga carrera de fondo en la que las autoridades de Competencia tendrán que dar el visto bueno a la operación. Y es probable que la transacción se someta a un intenso escrutinio por parte de los reguladores comunitarios antimonopolio, lo que obligará a ambas compañías a tirar de repertorio y ofrecer soluciones para sacar adelante una aprobación "que no está clara", según comentan los analistas de Bloomberg Intelligence.
Con la compra de Air Europa, IAG (matriz de Iberia) pasará a liderar las conexiones aéreas entre Europa y Latinoamérica, donde tendrá una cuota de mercado del 26%. En España, la operación elevará hasta el 71,3 % la cuota de mercado de IAG en vuelos domésticos, si se incluye la aportación de Air Nostrum, que opera vuelos regionales para Iberia.
Desde el comienzo, la compañía se ha mostrado muy tranquila por los posibles problemas de competencia, confiando en su experiencia probada para llevar a buen puerto este tipo de operaciones, entre las que los expertos consideran a la adquisición de la irlandesa Air Lingus como el modelo a seguir. Desde la firma que preside Luis Gallego argumentan que en Madrid, Iberia tiene un peso menor que otras aerolíneas similares en sus hubs (centros de conexiones), con lo que ese 39% es menor que la cuota que ostentan en París Charles de Gaulle Air France-KLM o Lufthansa en el aeropuerto de Frankfurt.
Sin embargo, los problemas podrían estar a la vuelta de la esquina. "Puede haber más conflicto en rutas domésticas, porque la cuota de mercado conjunta es muy elevada", dice Iván San Félix, analista de Renta 4 Banco. Ambas compañías se solapan en varios mercados nacionales (España) e internacionales y, en nuestra opinión, "probablemente tendrán que vender 'slots' (derechos de espacio y vuelos) en los aeropuertos para obtener la aprobación", dicen los analistas de Bloomberg Intelligence.
La mayoría de los problemas se darán en las rutas con origen y destino Madrid y quizás en algunas otras con origen y destino las Islas Canarias o Baleares. Sin embargo, como el aeropuerto de Madrid todavía puede operar más vuelos a ciertas horas, esto podría amortiguar las preocupaciones antimonopolio. Con todo, el panorama en los vuelos domésticos se antoja complicado, y como recuerda San Félix, las restricciones dentro del mercado domésticos podrían ser "incluso severas" en algunos casos.
Ante todo lo que hay en juego, "los reguladores pueden solicitar que las compañías desinviertan en algunos pares de rutas a América Latina, dada la competencia limitada y la superposición entre Iberia y Air Europa", explican los expertos de Bloomberg. En caso de ser así, ello podría causar un impacto en la expansión de IAG en América Latina, ya que estas concesiones pueden ser necesarias para obtener la autorización de la UE.
Para San Félix, lo que hay es juego es muy importante para IAG, y pasa por conectar el mercado asiático con el latinoamericano a través del 'hub' de Madrid. Por eso, la matriz de Iberia seguramente esté dispuesta a aceptar las restricciones que lleguen desde Bruselas teniendo en cuenta que su objetivo más importante sería liderar aún más el mercado Europa-América, y tener así la ocasión de explotar la oportunidad de Oriente Próximo con la vía de Asia-America. "Ahí sí que podrían aceptar en el mercado doméstico condiciones más desfavorables de lo que se está descontando", apunta el experto de Renta 4 Banco
Así las cosas, se prevé una dura fase de despachos, restricciones y rectificaciones que podría alargarse hasta el último trimestre del año que viene, según prevén los analistas de Bloomberg. Es más, antes de que la operación sea notificada oficialmente a las autoridades comunitarias, los expertos prevén "largas conversaciones previas", lo que podría retrasar simplemente la presentación hasta el segundo trimestre del año que viene.
Si la operación fuese de dimensión comunitaria, la CE podría, no obstante, remitir, total o parcialmente, el caso a la autoridad nacional cuando la concentración amenace con afectar "de forma significativa a la competencia en un mercado de ese Estado miembro que presenta todas las características de un mercado definido".
También podría hacerlo si la concentración afecta a la competencia "en un mercado de ese Estado miembro que presenta todas las características de un mercado definido y no constituye una parte sustancial del mercado común". Corresponde a la CNMC analizar una operación de concentración si la empresa resultante tiene el 30 % del mercado relevante de producto y geográficamente, o si la suma de la facturación de ambas en el último ejercicio supera los 240 millones, siempre que, al menos, dos de los partícipes realicen individualmente un volumen de negocios superior a 60 millones en España.