El coronavirus puede dar la puntilla a Boeing
La compañía se ve obligada a cambiar el cableado de todos sus 737 MAX -en medio del brote del coronavirus y la caída del sector de las aerolíneas- y se derrumba en bolsa
Por si Boeing no tuviera ya suficientes problemas, la propagación del coronavirus a nivel mundial lo único que hace es agravarlos. Así, la multinacional fabricante de aviones tiene que lidiar, por una parte, con su derrumbe en bolsa, como el resto de las empresas del sector aeronáutico, el más perjudicado por esta pandemia. Y por la otra, lucha por sacar al mercado de nuevo su modelo 737 MAX.
La compañía cerró ayer con una caída del 18,15%, su mayor descenso en una sola sesión en casi cuatro décadas-. Y hoy no lleva mejor camino. En la apertura de Wall Street, Boeing perdía casi un 14%. Y es que el fabricante ha decidido esta semana usar el préstamo de 13.825 millones de dólares que contrató el mes pasado al Banco de China y al grupo estadounidense PNC Financial Services, como medida de precaución. Lo hará a partir del viernes.
La dirección del grupo decidió tomar todas las medidas para "preservar su liquidez", según Bloomberg. Pero esta decisión preocupa a los inversores, que ven como aumenta su deuda, que ya se duplicó en 2009.
Todo esto en un momento en que el brote de coronavirus está penalizado duramente al sector de la aviación. “Lo último que muchos transportistas querrán en este momento es capacidad adicional”, han apuntado Brooke Sutherland y Brian Chappatta, en un artículo de opinión de Bloomberg. Por el momento, Air Canada ya ha cancelado este miércoles pedidos a Boeing.
La demanda de viajes disminuye y provoca una gran cantidad de vuelos cancelados. Pero a esto todavía hay que sumarle un obstáculo más: de nuevo se pospone el regreso de su nave 737 MAX.
Retraso en la vuelta del 737 MAX
Esta semana se cumple ya un año de inactividad de este modelo tras los accidentes que acabaron con la vida de 346 personas en 2018. Desde enero del año pasado la empresa mantiene en tierra cientos de aviones, con las pérdidas económicas que eso conlleva. Y Boeing esperaba sacarlos al mercado de nuevo a mediados de años.
Pero la Administración Federal de Aviación (FAA) ha obligado este miércoles al fabricante a cambiar todo el sistema eléctrico de todas las naves 737 MAX ya que lo considera potencialmente peligroso.
Boeing no cree que las modificaciones retrasen el regreso. La compañía espera, según ha publicado Reuters, que los cambios demoren aproximadamente una semana por avión. Teniendo en cuenta que se trata de al menos 400 naves que permanecen a la espera en las fábricas, además de las 387 que pertenecen a las aerolíneas, está por ver cuando este modelo volverá a estar operativo.