Las grandes tecnológicas, en la diana tras el veto de Trump a TikTok y WeChat
Compañías como Apple, Facebook o Google tienen motivos para la inquietud al abrirse el frente del 'sofware' en la guerra tecnológica
La decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de vetar cualquier transacción con Bytedance, el desarrollador de la aplicación TikTok, ha abierto un melón de imprevisibles consecuencias. Y algunos de los grandes gigantes del país se podrían ver afectados.
La excusa para justificar la decisión, que entrará en vigor dentro de 45 días, es que el uso extendido de TikTok supone un riesgo para la privacidad de los datos, lo que a su vez compromete la seguridad nacional.
Además de TikTok, Trump también prohibió, por las mismas razones, negocios o transacciones con la empresa tecnológica china Tencent para su aplicación WeChat.
Limpieza de aplicaciones
Todo se enmarca dentro de un programa más amplio, denominado ‘Clean Network’, cuyo objetivo pasa por salvaguardar la privacidad de los ciudadanos y la información sensible.
Entre otras medidas, se llevarán a cabo purgas de operadores considerados no fiables, así como la limpieza de aplicaciones en las tiendas estadounidenses. El objetivo es evitar que los fabricantes de teléfonos chinos pongan a disposición de los usuarios sus aplicaciones.
Un dolor de cabeza para Apple
El damnificado más claro por el veto sería Apple. La orden obligaría al gigante de Cupertino a eliminar Wechat de la Apple Store, todo un varapalo.
Y es que esta aplicación, con más de 1.000 millones de usuarios, es toda una referencia para las compras físicas, pagos electrónicos, envíos de correos o navegación web.
Muchos chinos, ni siquiera utilizan números de teléfono. Incluso los turistas en China se arriesgan a no poder comprar nada si antes no han descargado Wechat.
El problema es que China representa alrededor del 20% de las ventas del iPhone. Así, retirar WeChat de la Apple Store "sería un serio obstáculo", dice Anand Srinivasan, analista de Bloomberg Intelligence.
Por otro lado, la orden de Trump podría desencadenar represalias por parte de China. Gran parte de los productos de Apple se fabrican en el gigante asiático, y si los chinos deciden apuntar a las exportaciones, el daño económico podría ser inmenso.
Google, con motivos para la inquietud
Pero no solo Apple se vería afectada por esta refriega tecnológica que se ha abierto en el frente del ‘software’. Google y Facebook también tienen motivos para la inquietud.
Si bien la tienda de aplicaciones de Google está prohibida en China, existen formas alternativas de instalar aplicaciones en el software de Android que funcionan con los teléfonos inteligentes del resto del mundo.
La cuestión es que los Estados Unidos tendrán la posibilidad de eliminar aplicaciones chinas de las tiendas más populares, como Google Play.
Y aunque la batalla se está librando en el terreno del ‘software’, conviene tener en cuenta que los grandes fabricantes de ‘hardware’ para móviles inteligentes son chinos.
Así que no se puede descartar un movimiento conjunto, natural o dirigido desde las altas esferas gubernamentales chinas, con el que los fabricantes de ‘smartphones’ traten de levantar un ecosistema alternativo a Android.
La privacidad de los datos
El caso de Facebook también tiene peligrosas derivadas. A priori, sería uno de los grandes beneficiados por el veto a TikTok, gracias a los nuevos usuarios que podría ganar con Instagram. Pero las cosas no son tan sencillas.
El problema es que las órdenes ejecutivas del gabinete Trump han puesto en el punto de mira el debate sobre la privacidad de los datos y la propiedad de las compañías.
ustamente lo que los gigantes de Sillicon Valley han tratado siempre de evitar a medida que han ido creciendo y se han convertido en grandes grupos de comunicación.
Pero al contrario de la estricta regulación que siempre han tenido que cumplir los medios tradicionales, Facebook no ha necesitado ningún permiso especial para convertirse en fuente de noticias para millones de lectores en todo el mundo.
Escasa regulación
Como apunta el analista de Bloomberg, David Flicking, esta escasa regulación (que sí han tenido los medios tradicionales) ha sido posible por la ”falta de supervisión” y “décadas de cabildeo”.
Y a lomos de esta laxitud, los primeros espadas tecnológicos se convirtieron también en las grandes industrias de la comunicación. Pero el veto a TikTok implica que este estatus sea más difícil de mantener. La privacidad de los datos podría afectar a todos por igual.
En Europa precisamente, los problemas de privacidad ya han dado lugar al reglamento general de protección de datos. Las empresas deben colocar ventanas emergentes en sus webs para informar sobre las “cookies”.
Europa vigila
La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ya ha dejado claro que romper la hegemonía de las grandes tecnológicas es algo que está sobre la mesa, aunque solo sea como recurso de última instancia.
Quizás hubiera sido mejor que los gigantes de Wall Street hubiesen pasado como “inocuos proveedores de videos y citas en lugar de monstruos poco regulados con el poder de influir en los electores”, reflexiona Flicking. Pero al poner el tema sobre la mesa, la Administración no les ha hecho ningún favor.