La corrupción y el pozo sin fondo del A400M arrasan las cuentas de Airbus

Airbus registra pérdidas de 1.362 millones de euros. No obstante, eleva el dividendo un 9% tras disparar la facturación hasta los 70.000 millones

Las investigaciones por corrupción en los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, junto con las nuevas provisiones por el avión de transporte militar A400M, han salido muy caras a Airbus.

El fabricante europeo perdió 1.362 millones de euros en 2019, tras verse obligado a destinar 3.600 millones de euros para hacer frente a los litigios judiciales y provisionar 1.200 millones por culpa del A400M.

De poco le ha servido a Airbus entregar el año pasado la cifra récord de 863 aviones, lo que ha disparado su facturación hasta los 70.478 millones de euros, el 11% más.

Se ha notado que la crisis de Boeing ha revitalizado su cifra de negocio. Pero al final, los casos de corrupción y el pozo sin fondo del avión militar han arrasado la cuenta de pérdidas y ganancias.

La parte alta de la cuenta no ha funcionado mal, según las fuentes consultadas. El crecimiento de los ingresos ha dejado el beneficio neto operativo (ebit ajustado) con un incremento del 19%, hasta los 6.946 millones de euros. Esta cifra supera los 6.830 millones que esperaba el consenso de analistas de Bloomberg.

El problema es que, a partir de aquí, hay que restar los 1.200 millones por los cargos asociados al A400M, que ya se ha comido más de 10.000 millones de euros desde su nacimiento, y los 3.600 millones provisionados para evitar juicios. En concreto, por haber contratado intermediarios que pagaban o prometían comisiones a cambio de contratos.

El dividendo crece el 9% pese a las pérdidas

A pesar de los abultados números rojos, los directivos de Airbus no han tenido inconveniente en proponer el reparto de un dividendo de 1,8 euros por acción, lo que supone un incremento del 9% respecto al año pasado, cuando el fabricante de aviones ganó 3.054 millones de euros.

Respecto a las proyecciones que ha ofrecido Airbus, la compañía se ha marcado como objetivo la entrega en el 2020 de 880 aviones comerciales, siempre y cuando la crisis del coronavirus no impacte al mercado ni cambien las previsiones de expansión en el tráfico aéreo.

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Compra a Bombardier su participación en los aviones A220

También ha trascendido que Airbus y el Gobierno de Quebec han alcanzado un acuerdo para comprar la participación del fabricante canadiense Bombardier en el programa de aviones A220, controlado por Airbus desde el verano del 2018. Así, el fabricante europeo tendrá el 75% de la participación en los A220, por un 25% el Gobierno de Quebec.

Esta parte en manos de las autoridades de Quebec podría pasar a ser propiedad de Airbus en el 2026, tres años antes de lo previsto inicialmente cuando Airbus tomó el control. La transacción redobla la apuesta de Airbus por un modelo de 100 a 150 asientos, capacidad por debajo de la mayoría de sus aviones de la familia A320 y de la línea 737 Max de Boeing.

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