Los tiempos cambian. Y las auditorías de certificación también. El papeleo, algo tan de moda en los sistemas de gestión de hace algunos años, hoy en día se considera molesto e ineficaz. SPG Certificación se ha adaptado a esta tendencia y anima a las empresas a centrarse en aquellas actividades que aportan valor al cliente. De esta manera, se puede conseguir el propósito final: la satisfacción del cliente de la empresa certificada