Repsol. 110 millones de euros de impacto por el impuesto a los carburantes
La subida histórica al impuesto a los carburantes que prepara el Gobierno y el hachazo a las petroleras en favor de la financiación verde es un golpe a Repsol, pero está preparada para ello
El documento España 2050 reactiva la intención previa a la pandemia del Gobierno de elevar los impuestos especiales del gasóleo para equiparar el precio de la gasolina y el diésel y acercarlo a los ocho Estados miembros más potentes de la Unión Europea donde hay una diferencia impositiva de 20 céntimos más caro el litro de gasolina.
Actualmente el litro del diésel es más caro, 0,45 euros frente a los 0,40 euros de la gasolina, aunque los impuestos de cara al público son del 46% para el diésel y un 54% para la gasolina, y la intención del Gobierno, según los datos de la AIReF, es recaudar 2.393 millones con el nuevo impuesto.
A esta situación toca sumarle el nuevo Fondo de Sostenibilidad con el hachazo a las eléctricas de 1.000 millones de euros al año con una parcela especial para asumir los costes asociados al régimen de renovables de los que se harían cargo las petroleras como Repsol, que cargarán con el 43,7% de las primas a renovables para 2025, hasta cerca de 2.100 millones de euros.
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110 millones de impacto para Repsol
Pero la patronal del sector, la Alianza para la Competitividad de la Industria Española, señala que la factura por el Fondo supondrá un coste energético adicional de 2.650 millones de euros que ataca directamente a la competitividad.
Los impuestos al diésel, según las estimaciones del analista de Renta 4 Banco Luis Padrón serían de un impacto potencial negativo de 110 millones de euros en la valoración de Repsol y se pregunta si esta maniobra no se trata de una “subida fiscal” a los carburantes.
La actividad de la venta de carburantes supuso para la petrolera el 13,2% del ebitda consolidado del primer trimestre de 2021, “mientras sigue viéndose afectada por el retroceso de las ventas en tienda y carburante para aviación por las restricciones”, apunta Padrón, aunque espera que la reactivación del tráfico en España durante los fines de semana sirva de ayuda para las estaciones de servicio.
Posible impacto en los clientes
Padrón parte de la base de que estas intenciones del Gobierno también pueden entenderse como “un globo sonda para ver cómo respira el sector” y tiene seguro que Repsol “tiene margen de maniobra para repercutir las subidas en los clientes como hacen las eléctricas”, explica.
El analista de Renta 4 explica que dicha derivación al cliente no tiene que ser solo en el precio del combustible “pues la horquilla que deja libre el Estado para el precio final es muy reducida y las compañías no lo van a subir mucho más si el impuesto se eleva” y apuesta por mirar al resto de servicios que ofrece una estación.
“El negocio con margen de beneficio está en la tienda, desde la alimentación a la bebida o los productos para los vehículos, además de las máquinas de lavado. Ventas que dan más beneficios pese a los volúmenes de venta de los combustibles”, comenta Padrón.
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Daño controlado
De este modo, los golpes de La Moncloa deberían tener un “impacto neutro en los ingresos” para Repsol, según Renta 4 Banco, una visión que se une a la de Banco Sabadell.
El analista de esta entidad que cubre a la compañía, Antonio Martos, descarta también los efectos por hechos como que “tampoco hubo impactos negativos en subidas anteriores”.
Además, también tiene claro que la forma de limitar o escapar de la subida es “la misma” que la anunciada para la recaudación del Fondo de Sostenibilidad: “Traspasarlo al cliente con subida de precios”.