Terapias con anticuerpos. La baza sorpresa de Trump contra el coronavirus
Acuciado por la pérdida de popularidad, y ante el posible retraso de la vacuna, Trump prepara una gran sorpresa contra el coronavirus, las terapias con anticuerpos
Las terapias experimentales con anticuerpos son una de las grandes esperanzas para combatir al coronavirus, que ha causado ya 544.000 muertes en todo el mundo.
Y para el gobierno de Donald Trump podrían llegar a ser la punta de lanza contra la pandemia, una especie de ‘plan B’ en caso de que se retrasen los plazos para disponer de la vacuna.
Regeneron Pharmaceuticals, una biotecnológica estadounidense especializada en el desarrollo de medicamentos para enfermedades graves, acaba de recibir un contrato de 450 millones de dólares para incrementar su producción de estos anticuerpos.
Se trata del REGN-COV2, un medicamento de la compañía que se encuentra en fase de ensayo como un posible tratamiento contra el Covid-19, y en un estudio para la posible prevención de infecciones.
Disponibilidad inmediata
La financiación permitirá que Regeneron, que comenzó a ampliar la fabricación en primavera, pueda hacer que el medicamento esté disponible en los EE.UU. de manera inmediata, en caso de que los ensayos tengan éxito y la FDA autorice su uso.
Otra de las farmacéuticas estadounidenses que investigan estas líneas es Eli Lilly, en colaboración con AbCellera Biologics. Los resultados se esperan este trimestre y podrían suponer la mejor baza de Trump para luchar contra la pandemia.
Los proyectos se centran en los llamados “anticuerpos neutralizantes”, que se adaptan para lograr imitar la respuesta inmune al virus.
Pero no son las únicas farmacéuticas implicadas. Otras compañías que intentan desarrollar tratamientos similares son Astrazeneca y Vir Biotechnology , en colaboración con GlaxoSmithKline.
Resultados inmimentes
En el caso del REGN-COV2, se trata de un cóctel de dos anticuerpos cuyos primeros resultados en pacientes enfermos deberían salir a luz este mismo verano.
Esta combinación en la que trabaja Regeneron es un excelente “plan B” si los proyectos para una vacuna a corto plazo contra el virus no funcionan, dijo Aydin Huseynov, analista de Benchmark, según informa Bloomberg.
Acuciado por el imparable avance de la enfermedad, y con la popularidad cayendo en picado, Donald Trump prometió “una gran sorpresa” en la carrera por frenar la pandemia.
La baza sorpresa de Trump
Y tras el fiasco de la hidroxicloroquina, su medicamente fetiche, los analistas comienzan a vislumbrar que las terapias con anticuerpos podrían ser el próximo conejo que el presidente de se sacará de la chistera para remontar el vuelo.
De acuerdo con la cadena NBC, la administración Trump estaría pensando en promocionar los avances en esta línea, frente a la promesa de una vacuna para final de año.
Lo que sí parece claro es que la financiación recibida por Regeneron contribuirá a “acelerar las cosas”, dice Steven Seedhouse, analista de Raymond James, en una entrevista con Bloomberg. La compañía “parece estar recibiendo el respaldo que necesitaría para triunfar”, considera este experto.
Competencia para el Remdesivir
Es cierto que Lilly tiene una ventaja inicial en el desarrollo, Seedhouse se muestra más optimista sobre el éxito de Regeneron, ya que su cóctel parecía el más potente en las pruebas de laboratorio.
Además, el enfoque de dos anticuerpos podría ser útil a medida que el virus muta, una preocupación creciente durante la pandemia.
Lo cierto es que los anticuerpos en los que trabaja Lilly podrían arrojar resultados inminentes. Si demuestran su efectividad, podrían plantar cara incluso al ‘remdesivir’ de Gielead Sciences, único medicamento aprobado por la FDA.
Este medicamento ya recibió en su día una aprobación de emergencia, pero las terapias con anticuerpos serían su gran competencia si son efectivas en fases leves o moderadas de la enfermedad, según apunta Seedhouse.
Los ensayos, en sus primeras fases, tratan de evaluar la seguridad, pero los primeros resultados con anticuerpos podrían mostrar resultados relevantes en otros aspectos, entre ellos si pueden reducir la mortalidad, algo que no ha conseguido el ‘remdesivir’.