Wall Street resiste a la ofensiva final de Trump
La agitada semana protagonizada por el contagio del presidente estadounidense sacudió inicialmente al mercado de valores, pero logró recuperarse
El coronavirus logró traspasar el pasado día 2 la barrera más infranqueable, la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacudiendo de inmediato los mercados financieros globales.
Los futuros del S&P 500 se desplomaron un 1,5% en la apertura de la sesión arrastrando al día siguiente a las bolsas europeas; los del Nasdaq, índice de referencia del sector tecnológico, un 2%.
“Tuvo una cosa muy buena, y es que ocurrió un viernes”, señala Juan Martínez, analista de Admiral Markets. “El positivo de Trump metió mucha incertidumbre, pero el fin de semana se recuperó y el lunes la Bolsavolvió a abrir con subidas”, explica.
El martes, apenas 24 horas después de reaparecer en público, Trump anunciaba, vía Twitter, la suspensión de las negociaciones con el Partido Demócrata del paquete de estímulos por la pandemia.
Una medida clave para la Reserva Federal. De nuevo, las bolsas estadounidenses volvieron a cerrar la jornada en negativo. “Toda su legislatura ha estado marcada por hitos que han dado volatilidad al mercado”, comenta Celso Otero, analista de Renta 4.
“Trump ha sabido manejar las situaciones a la hora de comunicar, por ejemplo, en la guerra comercial con China, con tuits asegurando que se acercaban acuerdos cada vez que flojeaba el mercado”, recuerda.
“Condiciona a la gente a que al final actúe como él dice. No tiene capacidad de política monetaria, pero tiene la capacidad fiscal de gravar determinadas operaciones”, apunta Darío García, analista de XTB.
Más ayudas
La reacción de Trump a la última enésima oscilación del mercado fue el anuncio de una serie de propuestas, como los paquetes de ayudas a las aerolíneas o el reparto “inmediato” de un segundo cheque de estímulo para familias de 1.200 dólares.
“No solo impulsa mercados, también su propia campaña. Una parte importante de los votantes van sesgados por la parte económica”, apunta Otero. Con las elecciones muy cerca y las encuestas situando por encima al candidato demócrata, Joe Biden, Trump mide los tiempos para el 3 de noviembre. “Le veremos usando todas bazas que tenga en su mano, y no se le suele dar mal”, comenta el analista de Renta 4.
“Trump ya ha usado su positivo llegando a la Casa Blanca en helicóptero. Los mercados están a expensas de ambos candidatos”, señala García. En este sentido, recuerda que el programa de Biden es el menos atractivo para el mercado ya que recoge un incremento de gasto público sustentado principalmente en impuestos a grandes rentas y compañías tecnológicas.
En cualquier caso, los analistas coinciden en que la victoria de uno u otro candidato no afectará demasiado a los mercados más allá de la incertidumbre de las primeras semanas. “Las empresas se adaptan a las reglas de juego de los Gobiernos”, explica Otero.
“Cuando hay un cambio, hay cambio de reglas, y la Bolsas reaccionan con nerviosismo. En el medio plazo, ese ruido se desvanece”, apunta.
Conglomerados como JP Morgan, BlackRock o Goldman Sachs publicaron varios informes en los que apuntaban hacia una posible rotación de los inversores hacia acciones europeas en caso de que no saliera elegido Trump. “Estados Unidos mantendrá unas condiciones favorables, la parte fundamental está en los beneficios de las compañías. Mientras esto siga creciendo, da igual quién esté en la Casa Blanca.
Sobre todo, frente a la situación política en Europa, con países creciendo a distintas velocidades”, considera Otero. “Son inversores globales, si Estados Unidos está muy sobrecomprada y ven oportunidades en Europa, lógicamente vendrán”, explica García, que apunta a que los inversores podrían tomar el Eurostoxx “como referencia” para ver qué mercados son más interesantes.
“No creo que afecte mucho si gana Biden, lo más preocupante serían dos meses de recuento de votos”, apunta, por su parte, Martínez.
Para el analista de Admiral Markets, estamos en un momento “muy bueno”, ya que dentro de poco finaliza el periodo de ‘blackout’, lo que permitirá volver a activar la recompra de acciones. “Este trimestre suele ser alcista, noviembre presentar un buen comportamiento antes de Navidad”, prevé.
Los principales índices norteamericanos ya lograron vencer sus máximos históricos a finales del tercer trimestre. El S&P rompió sus niveles de resistencia en agosto -hasta 3.580 puntos- y el Nasdaq continúa aproximándose a máximos de 11.500 puntos.
Tecnológicas al alza
En cuanto a los valores, el consenso también es claro: hay que estar en el sector tecnológico. “Ha tenido muy buen comportamiento, hay que ver si van a seguir creciendo. La pandemia nos ha recordado de forma muy clara que la tecnología crece, y lo ha acelerado. Tendrá picos y valles, pero preferimos estar en empresas con crecimientos a medio y largo plazo y elevados márgenes”, apunta Celso Otero.
Algo en lo que coincide también Darío García. El analista de XTB señala que el tecnológico es “el mercado por excelencia”. Por subsectores, destaca a las compañías de servicios en la nube o las que se dedican a ciberseguridad.
“Solo tienen costes fijos de sueldos y salarios y los alquileres de la tecnología de los servidores, el resto es margen”, explica, sobre una de sus recomendaciones a los inversores. Sobre valores concretos, García señala a Microsoft, ya que “poca gente conoce que tiene una división biotecnológica muy avanzada en detección de cáncer”.
Para Otero, dentro del sector tecnológico, hay otros segmentos que también ofrecen oportunidades. “Marketing online, con Facebook y Google como líderes; semiconductores o de pagos como Visa y Mastercard”, señala. “Seguiría muy cómodo en el tecnológico, en el Nasdaq y en el S&P, con valores como Liberty”, apunta Martínez, de Admiral Markets.
Incertidumbre con las farmas
En cuanto al sector farmacéutico, los analistas coinciden en reseñar la “incertidumbre” que rodea a las compañías debido a su relación con posibles tratamientos contra el coronavirus.
“Me puede dar un poco de miedo”, advierte Martínez. “Sigue teniendo la posibilidad de obtener plusvalías”, destaca García, “a pesar de haber perdido el coste de oportunidad”. “Fuera de tecnología, la situación se irá normalizando en otros sectores”, prevé Otero, que insiste en apostar por “líderes” de cada segmento.
En este sentido, esta semana, el gigante tecnológico IBM anunció que se dividiría en dos unidades -una centrada, precisamente, en servicios en la nube- en un movimiento que los analistas no descartan que vuelva a repetirse en grandes corporaciones.
“Si tienes dos patas unidas, tu valoración es más baja, pero se te aplican múltiplos más elevados. Sirve para poner en valoración las dos patas de negocio que el mercado no da de forma adecuada”, concluye.
A falta de un mes para las elecciones, con los niveles de la pandemia en Estados Unidos lejos de los picos anuales y con una política monetaria focalizada en los bajos tipos de interés hasta, al menos, 2023, los inversores pueden mantener la calma.
“Gane quien gane, la foto a largo plazo no cambia. Puede haber matices, pero más que los ha habido con Trump… A menos que cambien mucho las tornas, vemos de una forma muy clara que sigue siendo un lugar atractivo”, señala Otero, sobre el futuro a medio plazo del país con mayor capitalización bursátil del mundo.