La obsesión por la IA pasa factura a las inversiones climáticas
En un momento en el que se necesita una enorme cantidad de capital para la financiación climática, es la IA la que está absorbiendo dinero y la atención de los inversores
Las implicaciones para el calentamiento de nuestro planeta de los recientes avances en inteligencia artificial se reducen a esto: la IA ofrece grandes ventajas en todo, desde monitorear el derretimiento del hielo y la deforestación hasta optimizar las redes eléctricas, pero consume increíblemente energía, lo que puede significar más emisiones de carbono y más destrucción climática.
Un impacto que recibe menos atención es si la exageración de la IA está desviando atención y dinero de la mitigación del cambio climático.
James Socas, que dirige el negocio de soluciones climáticas en Investcorp, el mayor gestor de activos alternativos de Oriente Medio, dice que eso ya está sucediendo.
“Los inversores institucionales se han centrado demasiado en la promesa de la IA y corren el riesgo de una falta de financiación, y no se centran en la realidad y las oportunidades del clima”, explicó Socas.
«Y eso a pesar de la clara evidencia de que el clima se está convirtiendo en un problema mayor con vientos de cola regulatorios muy favorables que respaldan las inversiones climáticas».
Socas, anteriormente inversor en software y tecnología en Blackstone, afirmó que el entusiasmo por la IA es comprensible. Se espera que la tecnología sea transformadora y el auge ya está generando grandes beneficios para los inversores.
Basta mirar el precio de las acciones de Nvidia en lo que va del año. Por un breve momento la semana pasada, el fabricante de chips se clasificó como la empresa más valiosa del mundo (aunque esta semana atravesó una mala racha).
Numerosas preguntas pendientes sobre la IA
Aun así, quedan muchas preguntas pendientes en torno a la IA, incluido su uso para difundir información errónea. Además, el panorama regulatorio en torno a la tecnología aún está evolucionando.
Con el cambio climático, no existe tal ambigüedad. Las temperaturas récord se producen mensualmente. Y eso ha llevado a los formuladores de políticas y reguladores financieros de todo el mundo a promover iniciativas destinadas a lograr emisiones netas cero.
También hay consenso general en que los costos relacionados con la descarbonización superarán los 100 billones de dólares, y eso ni siquiera incluye los fondos para la adaptación climática.
Socas dijo que en estos días es la IA la que está absorbiendo dinero y la atención de los inversores, «pero se necesita una enorme cantidad de capital en un corto período para la financiación climática».
Se espera que la IA atraiga billones de dólares, lo que significa que ya está operando en el mismo estadio que la energía limpia y la tecnología climática. La inversión en tecnologías de energía limpia alcanzará la cifra récord de 2 billones de dólares este año y, sin embargo, se necesitarán billones de dólares más para alcanzar los objetivos climáticos globales.
Investcorp, que supervisa alrededor de 50.000 millones de dólares en activos, define las “soluciones climáticas” como productos y servicios que abordan la descarbonización de las fuentes de energía, como el desarrollo de energías renovables.
Otros ejemplos incluyen inversiones que facilitan la eliminación o mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluidos proyectos de reforestación o acero con bajas emisiones de carbono, así como empresas que brindan análisis relacionados con el clima, como la contabilidad del carbono.
Cómo mejorar la respuesta climática
Si bien Socas ve a la IA esencialmente como un rival en la apuesta por el capital inversor, Markus Leippold, profesor de finanzas de la Universidad de Zurich y presidente del Instituto suizo de Finanzas, dijo que es importante reconocer que la IA y las soluciones climáticas no son mutuamente excluyentes.
“En lugar de considerar que la IA y las soluciones climáticas compiten por fondos, deberíamos centrarnos en aprovechar la IA para mejorar nuestra respuesta climática”, dijo Leippold. “La IA tiene un inmenso potencial para contribuir a las soluciones climáticas”
Sin embargo, así como los inversores preocupados por la sostenibilidad deben estar atentos al lavado verde, también deben tener cuidado con el “lavado de IA”, indicó Leippold, quien define el término como inversiones dirigidas a proyectos etiquetados como IA “sin un escrutinio riguroso de sus objetivos reales”.
«Tenemos que diferenciar el valor de la IA del ruido que rodea a la IA», afirmó Budha Bhattacharya, jefe de investigación sistemática de Lombard Odier Investment Managers. «Estamos tan atrasados en nuestros esfuerzos ‘tradicionales’ para abordar los problemas climáticos, en nuestro modus operandi trillado, que aceleradores como la IA sólo pueden traer esperanza de una disrupción positiva, no de distracción».
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