5 preguntas clave antes de firmar una hipoteca
El futuro propietario debe responder 5 preguntas clave para averiguar si puede afrontar o no una hipoteca
La firma de hipotecas seguirá creciendo este ejercicio, aunque de manera más moderada que en los dos años anteriores. Si en 2020 la firma de hipotecas creció un 11 por ciento y en 2021, un 18 por ciento, este año podría rondar un incremento del 5 por ciento.
Varios factores explican esta ralentización. Por un lado, el agotamiento de la demanda embalsada, por otro, el incremento de precios junto con la incertidumbre económica. No obstante, las ofertas atractivas de la banca en hipotecas y los niveles bajos del euríbor seguirán actuando como aliciente.
En el nuevo panorama hipotecario tendrán mucho que decir los jóvenes. Si hasta la fecha la mayoría de las operaciones era por reposición, con especial tirón de la vivienda nueva, es de esperar que este año los jóvenes se decanten por adquirir su primera vivienda en propiedad, ya que durante la pandemia aumentó el interés por comprar.
Las preguntas que hay que hacerse antes de hipotecarse
Solicitar una hipoteca es una decisión si no transcendental sí muy importante, ya que vamos a tener una deuda durante un largo periodo de tiempo. Es por eso, que el futuro hipotecado debe plantearse una serie de cuestiones.
“Lo primero que debe preguntarse es si cumple los requisitos para conseguir una hipoteca”, explica Miquel Riera, experto en hipotecas del comparador HelpMyCash.com.
Por lo que Sergio Carbajal, nuestro responsable de hipotecas de Rastreator, cree que habría que hacerse dos preguntas relacionadas con esto: "¿Cuánto dinero necesito para solicitar una hipoteca? ¿cuánto tengo que tener ahorrado?".
En general, los bancos piden que se tenga ahorrado el 30 por ciento del valor de la vivienda (un 20 por ciento iría como adelanto de la compra ya que la banca solo financia el 80 por ciento, y el 10 restante para abonar los impuestos correspondientes).
A ello hay que añadir, prosigue Riera, “que se cuente con una situación laboral estable y que se cobre un sueldo suficiente para pagar las cuotas” (el importe de las cuotas no debe superar el 35 por ciento de los ingresos mensuales netos, como recomendación establecida por el Banco de España).
Hipoteca a tipo fijo, variable o mixta: es lo segundo que debe de preguntarse el hipotecado.
El tipo fijo es más adecuado para los clientes que quieren pagar siempre lo mismo, asevera Riera, mientras que el variable es conveniente para los que quieren pagar una cuota muy baja durante los primeros años, pero deben ser conscientes de que esa cuota puede subir a medida que el Banco Central Europeo (BCE) sube tipos.
También que estos incrementos del euríbor se notarán menos cuando más años haya pagado de hipoteca.
Finalmente, el tipo mixto, que como recuerda Riera “es una opción poco interesante para la inmensa mayoría de los potenciales hipotecados”.
Toda hipoteca lleva una serie de gastos: la tercera cuestión que debe tener en cuenta el cliente es sobre los gastos que conlleva una hipoteca. El cliente debe entender que pagará unos intereses, que estos intereses pueden fluctuar también por la subida del euríbor, lo que incidirá en cuotas más altas.
También que la entidad puede cobrarle una serie de comisiones o cargos, por ejemplo, por cancelación anticipada o por la cláusula de compensación del tipo de interés.
Finalmente, el futuro hipotecado debe preguntarse si puede cumplir con la vinculación que le exige la entidad para acceder a la oferta. Muchos bancos más allá de solicitar la domiciliación de la nómina, exigen el pago de seguros de vida y de hogar, que conllevan comisiones, pero el también el uso de tarjetas con un gasto mínimo, aportación a fondos de inversión o planes de pensiones.
La importancia de comparar
Desde HelpMyCash aconsejan acudir a tantos bancos como sea posible, sin importar el orden.
“Cuando tenga varias ofertas sobre la mesa, el solicitante puede compararlas para valorar cuál le saldría más a cuenta”. También Riera aconseja llevar la mejor propuesta a otros bancos para tratar de obtener una contraoferta mejor.
En ese sentido, es más probable que el banco de confianza mejore sus condiciones (no querrá perder a su cliente), pero también pueden hacerlo otras entidades por la gran competencia que hay en el sector.