Acto de fe fiscal
Las nuevas medidas fiscales que afectan al IRPF han movilizado casi de forma inmediata a los asesores financieros. Existe unanimidad[…]
Las nuevas medidas fiscales que afectan al IRPF han movilizado casi de forma inmediata a los asesores financieros. Existe unanimidad en la recomendación de tratar de colocar el dinero ahorrado en productos que tengan vencimiento superiores a los dos años. Se trataría con ello de evitar los altos tipos que acaba de aprobar el Gobierno popular dando por buena su intención de volver a reducir los tipos dentro de dos años. La cuestión es si, de verdad, nos creemos que dentro de 24 meses el gobierno considerará que se ha producido un cierto equilibrio en el déficit y puede cumplir su promesa de bajar los impuestos.
Es, sin duda, un acto de fe fiscal con un riesgo excesivo al que habría que añadir el riesgo que supone, en las circunstancias actuales, hacer inversiones a una plazo superior a un año. No es lo mismo invertir en depósitos bancarios o en bonos de comunidades autónomas a un año que a dos. Existen excesivas incertidumbres sobre las entidades financieras y sobre la financiación de las comunidades autónomas como para colocar con toda tranquilidad el dinero ahorrado a 24 meses.
Hay una corriente entre ciertos asesores fiscales que señala que la fiscalidad no debe ser nunca el objetivo en una decisión de inversión. Pero, otros defienden que en momentos de cambios impositivos tan grandes cono los actuales, no debe despreciarse la rentabilidad fiscal.